"En fotografía hay que levantarse temprano y caminar mucho"

Virgilio Liante
-

De extensa formación fotográfica y tras la obtención de diversos premios y otras muchas exhibiciones, ahora regresa a su ciudad de origen, a lo más íntimo, a lo más espeso del alma, donde confluyen los recuerdos de las fotografías visitadas.

"En fotografía hay que levantarse temprano y caminar mucho" - Foto: José Miguel Esparcia

Fotografía en estado puro desde 1987, momento clave, comienzo de su actividad como creador de imágenes. Desde ahí, Estados Unidos, México, Brasil, Cuba, El Sáhara, Francia y Portugal entre otros países. Su excepcional obra Fragmentos íntimos se puede ver en el Museo Municipal hasta el día 28 de mayo. Por trabajo está en Miami, son las seis de la mañana y ya está preparado para responder a La Tribuna de Albacete.  

¿Cuáles son los países por los que ha viajado para hacer esta exposición?

Fragmentos íntimos es fotografía de viaje, incluido lo que es fotografía callejera al más puro estilo de los años 30 de Cartier Bresson que es lo que yo he hecho siempre. Además, viajo mucho por mi trabajo y porque me gustan mucho los países que van desde Brasil, Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, España. Hay muchos más países, porque hemos tenido que limitar la exposición a 40 fotografías, pero en el baúl estamos hablando de cientos y válidas.  

¿Cómo entiende usted el arte de la fotografía?

Uno de los temas que estoy viendo en la actualidad es que la popularización de la fotografía gracias a las nuevas técnicas es buenísima porque ha entrado mucha gente que tiene un talento grandísimo. Al ser un arte que no es la pintura o la escultura, la música ha estado denigrada mucho tiempo, pero sé que las cosas no salen porque sí. Al igual que Antonio López se pega con un cuadro cuatro o cinco años, en fotografía hay que levantarse temprano, hay que caminar mucho y hablar idiomas y ver muchos museos y muchas exposiciones. Esto de levantarse a las 12 de la mañana y hacer una fotografía de verdad que no funciona. Cuando ves alguna obra como Hierve el agua de México es una mañana de trabajo, porque he tenido que levantarme a las cinco de la mañana, para pillar buena luz y trabajar con la gente.   

¿En México y esos países pobres la gente le pide dinero por salir?

El 95% de las personas sí, pero ¿sabes lo que pasa cuando lo hacen? Pues que se rompe el momento y la magia, y pierden el encanto que a mí me gustaría que tuvieran, porque ya hay pose y la mirada es diferente.

Entonces, ¿lo que más le gusta es hacer fotografías sin pactar?

Me gusta lo que es puro reportaje, disparo y si llega el momento lo trabajo más y si veo que se ponen un poco nerviosos hablo con ellos.  

¿Qué supone exponer en su tierra?

Es un gran honor para mí exponer en la primera planta del Museo Municipal, porque llevo varios años presentando los trabajos y hasta que lo he conseguido me ha costado. Lo de presentar el trabajo es lo mismo que te he contado antes de la fotografía, no vale con llegar y mandar un email a ver qué pasa. Hay que trabajar, hay que presentar un proyecto, tiene que tener una lógica y un hilo tanto técnico como de lo que quieres expresar.

¿Qué cámaras lleva siempre colgadas al hombro?

Muchas fotos están hechas con una Leika, hay una que lleva un 28 milímetros fijo, pero hay una sorpresa y es que tres fotografías que están hechas con la cámara de fotos del teléfono móvil. También utilizo una Lumix XL5, porque si voy muchos días de viaje tengo que agilizar el peso.

¿De qué no ha hecho fotografías y le encantaría hacer?

Me gustaría hacer fotografías de los daguerrotipos o trabajar más bodegones al estilo antigüo con tórculos y copias. Eso me gustaría investigar  más, esas fotografías que se trabajaba con placas y luego sacabas papel expuesto con la luz. Para eso se necesita mucho tiempo y espacio. También me interesa la cianotipia que se hace con imágenes de plantas.  

¿La fuerza de la imagen es irrevocable porque dicen que una imagen vale más que 1.000 palabras y con una imagen puedes construir una historia?

Por supuesto, cuando el cerebro humano procesa la información es como si lo que pasara en ese momento, y según convenga para el fotógrafo e incluso a los periódicos, puede interesar que así sea o puede ser que no, lo que está claro es que esa imagen crea unas ilusiones, unas sensaciones por ese click. Ese click es un segundo, pero, ¿todo el momento fue así?, ¿toda la mañana fue así? No lo sé, porque hay fotos de gente mirándote serio, pero no quiere decir que toda la mañana haya estado serio o todo el momento fuera un funeral. Me preocupa hacer una imagen que manipule el momento.

Dice que ya no veo imágenes de la vida cotidiana, eso ya es historia. He pasado a formar parte de sus imágenes... ¿Hace suyas todas las fotografías?

Totalmente. Cuando me has dicho eso de pagar creo que se rompe ese momentum y claro está que las haces tuyas cuando es inminente y es fresco, ahí en el momento.

Hay una fotografía de un hombre tumbado al lado de una silla de ruedas, ¿qué hay detrás de esa historia?

Esa imagen es de un hombre tirado en el suelo porque iba hinchado a vino y con la silla de ruedas en Nueva York. Estaba en la puerta de la Biblioteca Nacional, pero sabía que algo iba a pasar. Tenía la composición y llega el hombre, seguramente sea un veterano por ir en sillas de ruedas y alcohólico, se levanta y se tumba a echarse la siesta. Sí hay una parte social en mis fotografías. Eso sí me gustaría, hacer fotografías de condiciones laborales en países extremos sin llegar a sacar la pobreza, ni la suciedad, pero para eso se necesita tiempo, coordinación, viajes. Fíjate la que hay montada en El Paso y ya firmaba para irme mañana mismo allí.

¿Quiénes son sus referencias?

Por supuesto, Cartier Bresson, Doisneau, me encanta Cristina García Rodero, y por supuesto Sebastiao Salgado.

¿Cuándo hace cualquier fotografía qué busca?

Los años me han llevado a esto. La fotografía tiene que tener una composición correcta y con fuerza. Vamos, que sea agradable a la vista. Y luego que haya un puntum y momentum, por eso tiene que tener el momento de la fotografía y luego el punto que es algo específico dentro de la fotografía que puede ser una mirada, una caída. Volvemos a la puerta de la Biblioteca Nacional, porque por ejemplo en esa se ve las palomas en Nueva York, en blanco y negro, y tienes el puntum que es un borracho con una silla de ruedas durmiendo en la puerta y si te has dado cuenta podríamos analizar todas las fotografías y en todo se ve eso. Voy a poner otro ejemplo, la de la Feria, la mujer tumbada en la silla con su hijo jugando es el momentum y el puntum es que la mujer está tan cansada a las cuatro de la tarde que no da a más, que se echa a dormir.