El Albacete invierte su suerte en las fases de ascenso

C. Guzmán
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El equipo blanco ganó tres de los cuatro últimos 'playoffs' tras décadas de sequía, aunque perdió la única en la que optaba a la Primera División

Imagen del Mallorca-Albacete, de la ida del ‘playoff’ de ascenso a Primera División jugado en 2019. - Foto: Josema Moreno (masquealba.com)

En no pocas ocasiones, la historia del Albacete Balompié la ha definido el azar, y nada como una fase de ascenso para depender de una especie de moneda al aire de cuyas consecuencias depende el devenir de un club a caballo entre varias categorías.

Desde su fundación en 1939, el equipo blanco ha disputado la friolera de 14 fases de ascenso en categoría nacional, todas con el formato de eliminatorias a excepción precisamente de la primera que jugó, en 1946, con una liguilla en la que no obtuvo el premio deseado.

En el resto, de todo hubo. El Albacete, atascado en Tercera, disputó ocho fases de ascenso, con un solo éxito, el de 1961, cuando consiguió subir a Segunda División por segunda vez tras dejar en la cuneta, sucesivamente, a La Felguera y Badalona.

A comienzos de los años 80 el fatalismo se prolongó con una eliminación a manos del débil Binéfar cuando los blancos lo tenían todo a favor para acceder a la joven Segunda División B, pero la llegada de Julián Rubio en los meses siguientes reactivó al equipo blanco para, por fin, obtener el ascenso con sendas exhibiciones frente al Aurrerá de Ondárroa y el Talavera, que abrió el camino a una ulterior época dorada en la que el Albacete, 10 años después después, llegó hasta la Primera División.

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