La elección del nombre de las calles de la ciudad es una tarea ardua y que corresponde al Ayuntamiento. En los últimos tiempos, tras el fallecimiento de albacetenses ilustres, como José Luis Cuerda, Antonio Cepillo, Dámaso González o María José Merlos, se han iniciado campañas de recogida de firmas o se han hecho propuestas en el Consistorio para poner nombre propio a lugares públicos de la capital, pero todo lleva su procedimiento.
Hasta ahora, había un proceso no escrito que llevaba a los grupos políticos municipales a acordar la designación de espacios públicos en la junta de portavoces para después tratarlo en el Pleno Municipal, pero conscientes de que se tiene que normalizar la situación para atender las numerosas propuestas que llegan a la Casa Consistorial, desde el equipo de Gobierno consideran que es necesario elaborar una ordenanza municipal que regule la denominación y numeración de las calles de la ciudad y sus pedanías.
La concejal de Hacienda y Patrimonio, María José López, indicó que hay un movimiento social importante y, por ello, han decidido que la mejor forma de regular cómo poner nombre a las calles y plazas albacetenses es con una ordenanza. Un norma que primero tendrá un borrador y que deberá estar consensuada con todos los grupos políticos que conforman la Corporación Municipal (PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox).

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