A las 21:30 horas arrancaba el único debate electoral de los cinco candidatos a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox. Con puntualidad británica y una escenificación propia de este tipo de formatos, el ente público daba la primera imagen de los cinco candidatos, de pie y detrás de un atril. 

El candidato de Unidas Podemos ha sido el único que no ha llevado corbata y la representante de Cs, la única mujer del debate, rompía el monocolor masculino  optando por un llamativo vestido rojo. Tres de ellos, PSOE, PP y Cs, repetían como candidatos a la Presidencia. 

El ente público dividió el debate en cinco bloques, cuatro temáticos -de seis minutos cada uno- más el minuto de oro, lo más visto siempre de un debate electoral. Está previsto que dure 130 minutos, explicaron los dos presentadores. 

El primer bloque trataba de la situación política general de Castilla-La Mancha. Rápidamente, los espectadores pudieron notar que el debate se tornaría en un choque entre los cuatro aspirantes a la Presidencia con el jefe del Ejecutivo regional y candidato socialista, Emiliano García-Page. Todos ellos centraron su intervención en la gestión socialista de los últimos ocho años. 

Carmen Picazo, de Cs, abrió la terna manifestando que "seguramente Page cree que este debate debería ser para hombres de raza y que estaría mejor haciéndole la cena a mi marido". Añadió que Castilla-La Mancha "no está para bromas de mal gusto" y que los ciudadanos se merecen "un liderazgo nuevo, más honradez, más propuestas y más soluciones". 

Fue entonces el primer turno de Page, que esperó que los candidatos fueran educados, "nada faltones" y recordó a "las miles de personas que se han ido con la pandemia", agradeciendo el esfuerzo realizado por los sanitarios y la sociedad en general. Dicho esto, aseguró que, pese al Covid y a Putin, "he cumplido y lo que queda está en rodaje" y temió que si el PP y Vox terminan gobernando la región "se vuelva al pasado y a los recortes por duplicado". 

El candidato popular, Paco Núñez, defendió que Page "no ha cumplido" y que Castilla-La Mancha "está peor que antes de que Page fuera presidente". Recordó que la región es la cuarta comunidad autónoma "más pobre", "la tercera con mayor presión fiscal y también con peor salario". 

José Luis García Gascón, de Unidas Podemos, informó de las manifestaciones del colectivo de limpiadoras, de los agricultores ecológicos y de los cámaras de televisión que a la puerta del ente público se estaban llevando a cabo: "Esto es lo que ha dejado Page", dijo, para recordar a los ciudadanos que la única alternativa para que en la región haya políticas progresistas es que se vote a su formación. En este punto, tiró de los datos del CIS que dan opción al partido morado para entrar en las Cortes y ser llave de la mano del PSOE, echando por tierra un mantra de Page en toda la campaña electoral cuando señala que ni Unidas Podemos ni Cs lograrán escaño. Los nombres de las ministras de su formación fue otro de los recursos empleados por García Gascón durante buena parte de sus intevenciones, intentando dejar ver que el Gobierno "progresista" de Pedro Sánchez y Unidas Podemos está mejorando España.

El último en abrir este punto fue el candidato de Vox, David Moreno, visiblemente nervioso y mirando continuamente los apuntes que llevaba. Aseguró que el PSOE "está llevando a la ruina" a las familias castellano-manchegas y a los agricultores y ganaderos. Pero también tuvo palabras para el PP, pocas eso sí: "Cuatro años del Partido Popular y ocho del PSOE han demostrado que son incapaces de gobernar. El PSOE está agotado y el PP tampoco es capaz de gobernar solo". 

En general, todos los candidatos centraron su tiempo en dejar claro que los indicadores económicos y sociales de Castilla-La Mancha son de los peores de España, mientras que Page sostuvo que la comunidad autónoma ha mejorado mucho, pese al parón provocado por la pandemia. 

El presidente de Castilla-La Mancha estuvo obligado, en esta primera parte del debate, a responder a los ataques de su adversarios, aunque con quien más debatió fue con Núñez, a quien le dijo que "si hablan con los sanitarios y docentes se echan a llorar pensando que pueden volver ustedes". 

Moreno aseguró que los castellano-manchegos quieren "un cambio de rumbo" que solo lo representa Vox, y recordó que hasta hace poco había pocas diferencias entre Castilla-La Mancha y Castilla y León. Pero todo cambió cuando Vox llegó al gobierno castellano y leonés, convirtiendo a esta comunidad es "una tierra de oportunidades, creando empleo y ese es el modelo que Castilla-La Mancha necesita". 

Las ofensas del PP al PSOE también salieron a colación. Page lamentó que los populares lleven ocho años ofendiéndole, paseando ahora en campaña su cara junto a la de Arnaldo Otegui. Aquí fue interrumpido por Núñez que preguntó al presidente regional quién ofende a quién con sus palabras y acciones, sobre todo, "cuando lleva toda la campaña detrás de un atril" sin estar cerca de la gente. Page no se calló y sacó una fotografía de dirigentes de ETA en la que el PP comparaba los pañuelos con los que la banda terrorista se tapaba la cara con las mascarillas que se iban a utilizar en Castilla-La Mancha para acabar con el Covid.

Moreno, de su lado, consideró "innegable que el PSOE gobierna con Bildu" en España y "Bildu es ETA" .