Francisco Muro de Iscar

MUY PERSONAL

Francisco Muro de Iscar

Periodista


Los vetos y los votos

12/06/2023

No me gustaría tener un gobierno de la nación con Vox. Tampoco en las comunidades autónomas y, en menor medida en los ayuntamientos. Lo he dicho varias veces. Ni por su estilo ni por sus formas ni por algunas de las propuestas que lleva en su programa. Es más, si hiciéramos una encuesta a nivel nacional --no del CIS de Tezanos, una seria--, el ochenta por ciento de la población diría lo mismo. Claro que si hiciéramos la encuesta preguntando qué opinan los españoles sobre la presencia de Podemos en el Gobierno de Sánchez y los acuerdos de gobierno con ERC, Bildu y hasta el PNV, la respuesta en contra no sería muy diferente.

Los que exigen ahora a Feijóo que diga antes de las elecciones que no pactará con Vox, son los mismos que se callaron cuando Sánchez dijo que no gobernaría con Podemos y que nunca pactaría --hasta seis veces lo dijo-- con Bildu. Quienes consideran que un pacto PP-Vox es un pacto antieuropeo que alinearía al PP con quienes frenan o quieren implosionar la Unión, con quienes quieren que desaparezca el poder de la Corte de Justicia Europea y otros muchos males, no aplican esa misma "doctrina" a los acuerdos de Sánchez con independentistas catalanes y vascos y con quienes llevan terroristas en sus listas o los tienen en sus órganos de poder. Sin hablar de la presencia de un partido de ideología comunista en un Gobierno democrático europeo, que creo que es la primera vez que sucede en Europa. Y, personalmente, no creo que los de Vox sean menos demócratas que los de ERC, Podemos, Sumar o, desde luego, Bildu, que han propuesto derogar la Constitución y la Monarquía, que han intentado dar un golpe de Estado y que siguen homenajeando a los asesinos de ETA y humillando a sus víctimas.

Son tantas las irregularidades de la coalición que nos gobierna y del Gobierno que gobierna a esa coalición; tantas las leyes sectarias, mal hechas o "ad hominem"; tanta la trapacería de un presidente que en una huida hacia adelante es capaz de proteger a los suyos, resguardándoles en las listas electorales contra la opinión de sus barones; tan interesada la convocatoria dolosa de unas elecciones para pillar desprotegidos a sus socios y desmovilizar a los votantes de derechas, que hablar de vetos, que sí han practicado partidos de izquierda contra el PP en otros tiempos, es, cuando menos, hipocresía, por no decir desfachatez.

Otra cosa es que los pactos, sean los que sea, deben ser transparentes, y que haría mal el PP en no frenar con claridad el populismo de Vox, lo que no hizo Sánchez con Podemos. En todo caso, la historia viene demostrando que un PSOE fuerte es mucho mejor para el conjunto de la ciudadanía que un PSOE con Podemos o con Sumar --son lo mismo sólo que la imagen de UP es agria y desagradable y la de Sumar, sonriente, pero la ideología es la misma-- y que un PP fuerte es mucho mejor que un PP condicionado por Vox. El voto útil es, pues, para los dos grandes partidos. Pero conociendo como conocemos a Pedro Sánchez, visto lo que es capaz de hacer para mantenerse en el poder, vista la apropiación absoluta del poder en el partido, vista la soberbia infinita desde la que gobierna, creo que el voto útil, esta vez, sólo tiene una dirección. Pero habrá que seguir la campaña con mucha atención.