Los trabajos de 'El hombre que camina' están muy avanzados

A.D.
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El propio Antonio López, en diciembre de 2010, probó distintos espacios para la escultura que encargó el Ayuntamiento de Albacete, como el Paseo de la Feria o la calle Mayor

El propio Antonio López, con el boceto de la escultura, probó distintas ubicaciones. - Foto: Rubén Serrallé

El 10 de febrero de 2009, el pintor y escultor Antonio López firmó con la entonces alcaldesa, Carmen Oliver un convenio para crear la escultura de un hombre que anda, «la primera obra que va a quedar en Castilla-LaMancha, entre la gente, como en la antigua Grecia», decía el artista.

Así, se retomaba un proyecto manejado por varias Corporaciones y se enmarcaba en los actos del Tercer Centenario, a la vez que el universal artista se comprometía a impartir la Cátedra Extraordinaria Ciudad e Albacete que continúa desarrollándose en la capital. La idea que ya se manejó entonces para el bronce El hombre que camina, sería buscar su ubicación ideal paseando por la ciudad. Decía el propio Antonio López que sería de un tamaño mayor que el natural y «tiene que convivir con la vida misma de la ciudad; cuando esté hecha lo más fácil será colocarla, pero acertar con el tamaño es lo más difícil».

El 28 de diciembre de 2010 Antonio López buscó un hueco en su apretada agenda para visitar Albacete y «probar» distintos espacios para esa estatua que ya adelantó que tendría 2,20 metros.

El pintor y escultor paseó junto con la alcaldesa, Carmen Oliver, y otros representantes municipales, por el Paseo de la Feria, donde probó los distintos tamaños y distintas ubicaciones.

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