«Cuando pinto, también me gusta contar historias»

A. Díaz.
-

La artista plástica y escritora, Lola Martínez, expone hasta el próximo 18 de febrero en el Centro Cultural de La Asunción

Lola Martínez - Foto: Arturo Pérez

Lola Martínez Lorenzo presenta en el Centro Cultural La Asunción, hasta el 18 de febrero, su exposición Acaso, con 25 obras. La artista plástica  y escritora comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta muestra.

¿Cómo se inició el proyecto?

Este proyecto se inició en 2014 y abarca obras hasta 2016, que es cuando empecé a escribir y he publicado desde entonces tres novelas. Cuando la Diputación me anunció que me daban un espacio, aproveché la ocasión e hice la recopilación, porque a pesar del tiempo transcurrido, sin duda, esta colección sigue en vigor. La exposición es un alegato en respuesta al desabrigo del alma, por tantas y tantas causas, como el deterioro medioambiental, la violencia; un alegato contra la deshumanización en que nos vemos inmersos.  

 ¿Cómo define esta pintura?

El inicio, con los temas que empecé en 2014 es un poco surrealista. Luego, los demás temas, continúa con este aire un poco distópico y pesimista y es más expresionista. Se puede encuadrar entre el surrealismo y el expresionismo. Después hay un par de temas románticos, por lo que rompe un poco ese descarnado pragmatismo. Se rompe con temas más poéticos, en concreto dos obras, Ausencias y Luz de luna, que son pura poesía.  

¿Cómo es la creación?

Surge el motivo y desde ahí se desarrolla la historia. Cuando pinto, también me gusta contar historias. Normalmente la temática es compleja, porque no me limito, las temáticas son bastante conceptuales.  

No se trata, por ejemplo, de fijarse en un paisaje y pintar, por lo que advierte. 

No. Eso me aburre bastante.  No está ahí esa adrenalina que te sorprende a ti misma, no me divierto. He hecho paisajes, por supuesto, pintura figurativa, pero copiar me aburre, lo que me mueve es crear, me motiva y hace que me lance al lienzo en blanco con avidez, no me da miedo el lienzo en blanco.  

¿Hace un punto y aparte en pintura?

Bueno, el punto y aparte lo hice en 2016, pero lo que pretendo es alternar ambas facetas. Literatura y pintura son complementarias, no de una manera física. Es muy cómodo, y quizás por eso he relegado un poquito la pintura, la escritura. Tengo mucha prisa por contar y escribir es muy cómodo, te pones delante de un teclado y todo surge, es una maravilla, No me someto a métodos, en mí hay mucha anarquía en todas las facetas artísticas, lo que me motiva a buscar. La búsqueda constante es lo que me interesa.  

¿Qué proyecta en estos momentos, una novela?

Ahora he hecho trabajos esporádicos  para exposiciones colectivas, uno de ellos es una colección en Los Alcázares, sobre la temática de superhéroes y en Elche, próximamente se va a inaugurar otra en la que también participo. Realmente, tengo una novela a medias, que por la preparación de esta última exposición, dejé un poco abandonada, pero es en lo que trabajo en estos momentos y la retomo ahora.  

¿Nos puede adelantar algo sobre esa obra?

Es una novela en la corriente que me gusta, indagar sobre los sentimientos y emociones de las personas y contar una historia que también es muy potente. En estos momentos promociono una que acaba de aparecer, que lleva por título La Dama de Elche. Esa mujer atormentada. Este icono del arte me he permitido la licencia, es pura ficción, de llevarla al yacimiento de La Quéjola, en Albacete.