Mario Honrubia cortó tres orejas en su debut con picadores

Pedro Belmonte
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Se lidió una novillada de Núñez de Tarifa bien presentada y juego desigual

Mario Honrubia pasea las dos orejas del tercer novillo. - Foto: Pedro Belmonte

Debutó con picadores Mario Honrubia con un novillo que llegó a la muleta muy mermado de fuerzas, posiblemente porque se dañó en el tercio de varas. Brindó a sus padres emocionados ante este nuevo paso del novillero y el de Tarazona, dentro de las posibilidades del animal, desplegó valor, decisión y firmeza, ya que el utrero se quedaba muy corto. Se adornó con circulares por la espalda y algún pase cambiado en las cercanías. Una estocada baja, y el público pidió las orejas, petición atendida por el palco. Un auténtico regalo el sexto, un novillo que recibió dos puyazos y quedó desarrollando peligro, mirón y reservón. Lo brindó a Gregorio de Jesús y Miguel Tendero, echándole mucho valor y aguantando los arreones y embestida descompuesta, poniendo en apuros a Honrubia en algunos momentos. Faena de mérito que terminó con una casi entera trasera, cortando una oreja.

Abrió plaza el venezolano José Antonio Valencia con un novillo noble y repetidor, al que toreó muy templado, sobre todo por el pitón derecho, sin  exigirle demasiado, por lo que fue largo, siendo algo más brusco por el izquierdo. Lo mató de una estocada, cortando las dos orejas.

Mansito e intentando rajarse fue el cuarto de la tarde, un noble novillo con un gran pitón izquierdo que aprovechó bien el venezolano con naturales largos y templados. Faena con buena compostura que necesitó de un pinchazo resultando cogido y una buena estocada, cortando una oreja.

El alcazareño Aaron Infantes tuvo como primero de su lote a un novillo complicado que embistió rebrincado, con el que anduvo voluntarioso, aunque con poco lucimiento. Lo mató de pinchazo y estocada baja y paseó una oreja.

El quinto de la tarde tenía una embestida violenta, aunque cuando se arrancaba cogía la muleta con franqueza. Infantes lo entendió bien y le cuajó una faena templada y con ligazón, quedando un trasteo con mucha compostura. Lo mató de una estocada y cortó las dos orejas.