Una Semana Santa 'atípica' e íntima

I.M.
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La última vez que no hubo procesiones fue en marzo del 36 y hasta 1940 no volvió la tradición

Imagen de archivo de la Semana Santa albacetense. - Foto: Rubén Serrallé

Este pasado viernes, Viernes de Dolores debía  haber arrancado en la capital la celebración de la Semana Santa con los primeros desfiles procesionales, la procesión del Santísimo Cristo de la Misericordia y la Vía Matris, hoy, Domingo de Ramos, iba a ser la procesión de las palmas presidida por la Junta de Cofradía y Hermandades de Semana Santa e iba a tener lugar este año, además, por la mañana, y mañana iban a ser los niños con su procesión infantil y su pasos los protagonistas de la pasión semanasantera albacetense. El Lunes Santo iba a dar paso al Martes Santo, al Miércoles Santo, al Jueves Santo, al Viernes Santo y al Sábado Santo... con sus respectivas procesiones, más numerosas, no obstante, en esos últimos tres días en coincidencia con las tres jornadas más importantes de esta Semana de la Pasión, y por último al Domingo de Resurrección, el cual con El Encuentro este año en la Plaza del Altozano se hubiese puesto el punto final a más de 30 desfiles procesionales con sus imágenes en tronos adornados para la ocasión y acompañados por cofrades de todas las edades, manolas y músicos.

De todo ello tenemos que hablar en futuro pues este año un virus, la declaración del estado de alarma para este país y el confinamiento de su gente en sus casas han dado lugar a que las procesiones se suspendiesen, a que ninguna imagen, en definitiva, vaya a desfilar por nuestra ciudad bajo la atenta mirada de los albacetenses y de los visitantes que  venían a contemplarlas, a vivir aquí «lo que ocurrió con Jesús en Jerusalén», tal y como describe el presidente de la Junta de Cofradías y Hermandades de Albacete, Antonio Martín, en el programa de Semana Santa 2020.

No obstante, hay que echar la vista muy atrás para encontrarse  una Semana Santa sin comitiva por las calles de la capital, más en concreto a marzo de 1936, cuando la quema de varias iglesias dejaría sin imágenes, sin pasos, a la ciudad, comenta Juan José Sánchez, presidente desde hace 25 años de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Meses más tarde daría comienzo la Guerra Civil y la suspensión de las procesiones hasta que, una vez la contienda acabada, las cofradías volverían a  a reorganizarse en pro de recuperar una tradición, entrase en escena el escultor, José Díez López, y empezasen a salir en procesión allá por el año 1940, aunque hubo que esperar hasta 1945 para que toda la imaginería cobrase su total esplendor.  Desde aquel entonces, añade Sánchez, ha habido unos años mejores y otros peores hasta llegar al momento actual de no celebración. 

Lo primero que se prohibió en su celebración fueron todos los actos previos a la Semana Santa como tal, empezando por el pregón que este año correría a cargo  de Luis Enrique Martínez y que iba a tener lugar, como se publicó en su día, el pasado día 28 de marzo en el Teatro Circo, recuerda el presidente de la Junta  de Cofradías y Hermandades de Albacete, Antonio Martín. Esta decisión la tomó  la junta permanente el día 12 de marzo y dos días después, el día 14,  «viendo el cariz que estaban tomando las cosas y que no podíamos garantizar que se iban a celebrar las cosas con cierta seguridad tanto para los cofrades como para los ciudadanos que iban a ver las procesiones, se decidió con mucho dolor, y previos continuos contactos con los presidentes de las 14 cofradías que hay, el obispo y el alcalde, suspender las procesiones en una ciudad que, además, puntualiza, ha visto como en los últimos años  la afluencia de gente que recibían iba a más.

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