El Patio de Caballos de la Plaza de Toros de la capital acoge hoy el segundo concierto, a las 22 horas, con la actuación de Sonia Miranda, que estará acompañada a la guitarra por José Tomás.

La artista, almeriense de adopción, ya que nació en Isla Mayor, Sevilla, comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de esta actuación, enmarcada en la edición 2022 del Festival de Albacete.

Sonia, ¿de dónde viene esa inclinación innata hacia el flamenco, del ambiente, Almería, Sevilla...?

Mi inclinación natural es hacia la música en general, con la edad me fui sintiendo atraída por el flamenco, al cual me fui acercando poco a poco, porque en principio le tenía tantísimo respeto que no me atrevía. Quizás lo decisivo para dedicarme fue ir cantando en reuniones de aficionados que me animaron a que me dedicara y lo estudiara en profundidad. 

¿Podría decirse que es una cantaora de la Escuela Sevillana?, ¿qué aporta al arte?

No sé si me definiría así, eso de las escuelas puede ser relativo, pero sí es verdad que en Sevilla inicie mis pasos, y los cantaores que más me han influido son sevillanos.

No soy yo quien debe saber lo que aporto, lo que trato de hacer es ser honesta conmigo y con el cante. 

¿Cuáles son las influencias que han cristalizado en una personalidad propia a la hora de cantar?

Aunque me haya fijado y escuchado mucho a los cantaores antiguos que son la raíz, nunca he tratado de imitar a nadie, siempre lo he hecho desde de mi modo de sentir y de expresarme. 

¿Con qué repertorio se encuentra más cómoda, con qué cantes?, ¿creo que a usted también le interesa recuperar cantes en desuso?

Pues eso depende también del momento en que me encuentre pero trato de tener un repertorio amplio, y en él se encuentran varios cantes poco interpretados pero con los que me encuentro muy identificada como la farruca, la mariana y alguno más. 

¿Conoce este ciclo Patio Flamenco, en el que actúa y la afición al cante de esta ciudad y provincia?

Sí, no es la primera vez que vengo. Me encanta el sitio y sobre todo el público siempre ha sido muy receptivo conmigo, además también tengo buenos amigos en la peña de Albacete, que siempre me han tratado de maravilla. Hay muy buena afición en Albacete y muy respetuosa con el flamenco. 

Estaba anunciado que venía acompañada a la guitarra por Antonio Luis López, pero eso creo que cambió. ¿Es el formato que más le gusta, voz y guitarra?

En esta ocasión no vengo con Antonio Luis, vengo con un extraordinario guitarrista de esta tierra, de Castilla La Mancha, es José Tomás, y tengo muchas ganas de trabajar con él, me siento identificada con su música y su forma de expresar.

Para recitales de cante clásico como el que vamos a hacer es la formación ideal. 

¿Con qué público se siente más cómoda cantando, con el español o en general, se aprecia más el flamenco en otros países donde actúa, de Nueva York a Berlín?

Cuando canto no distingo de nacionalidades, trato de emocionarme y de emocionar, si lo consigo, es la mayor recompensa que obtengo sea donde sea. El flamenco es patrimonio de la humanidad por eso, porque se emocionan tanto aquí como en el  extranjero. 

Ha conseguido importantes premios, pero usted considera más importante su desarrollo artístico, ¿por qué, cuando los premios abren tantas puertas?

Los premios son un aliciente y una recompensa al trabajo, pero hay que olvidarlos pronto y pensar en una carrera artística en general, y ese si es un reto difícil, el mantenerse a lo largo de los años es lo más difícil, es esta y en todas las profesiones. El flamenco , para mí, es una carrera de fondo, no de metas concretas. 

¿Un verano y otoño lleno de conciertos?, ¿qué planes artísticos tiene?

Pues por lo pronto terminar el verano, se está haciendo largo. Afortunadamente han sido unos meses con mucho trabajo y todavía no me he parado a pensar en nuevos planes, aunque siempre me rondan ideas. Claro, alguna llevaré a cabo.

Creo que su última grabación es de 2020. ¿Prepara algún nuevo proyecto discográfico?

No, ahora mismo no siento la necesidad de expresar nada nuevo.