Editorial

La responsabilidad deber aumentar ante el mayor riesgo de incendios

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El pasado viernes por la tarde se detectó un incendio forestal en El Villarejo (Ayna), que se dio por extinguido ayer. Es el último registrado en la provincia en el presente año, que ya suma una cantidad más elevada que en ediciones anteriores, como demuestran los datos del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), que en el año 2022 investigaron 53 incendios forestales, mientras que en lo que llevamos del presente, sin finalizar todavía el primer tercio, ya han investigado 31, que son más de la mitad que en todo el año pasado. En 2022, de los citados incendios forestales, 30 fueron intencionados o por negligencias, mientras que de los 31 actuales, 24 fueron por las causas antes indicadas, por lo que es evidente que la responsabilidad ciudadana debe aumentar.

Las condiciones meteorológicas, con una primavera atípica, con temperaturas más altas de lo normal y la ausencia de lluvias, también es propicia para que el riesgo de incendios forestales sea más alto, por lo que es preciso tomar las pertinentes medidas. En este sentido, el Gobierno regional, desde el pasado jueves pasa a fase de extinción a  más de 1.000 efectivos del Plan Infocam en toda la región, parando los trabajos selvícolas que realizaban. Esa acción es en cuanto a medios, pero en el último Consejo de Gobierno también se tomó la determinación de proponer hasta finales de mayo una serie de medidas temporales al uso no esencial del fuego cuando el Índice Potencial de Propagación de Incendios Forestales (IPP) sea alto, muy alto o extremo. Por este motivo, se aprobaron distintas prohibiciones y limitaciones que serán de aplicación automática y de forma temporal como el uso del fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras, en zonas recreativas y de acampada, incluidas las zonas habilitadas para ello, la introducción y uso de material pirotécnico, arrojar o abandonar objetos en combustión o cualquier clase de material susceptible de originar un incendio, contemplándose también algunas excepciones.

Como se puede observar, son unas medidas excepcionales para estas fechas, pero es evidente que son necesarias, porque también es extraordinaria la situación meteorológica actual, como la que se tendrá en esta semana, sin previsión de lluvias y temperaturas máximas que superarán los 30 grados. Todas estas medidas preventivas no serán suficientemente efectivas sin la colaboración del factor humano, que es capital para que se logre la reducción de los incendios forestales, tanto intencionados como ocasionados por negligencia. Es una labor de todos y, en esta ocasión y con estas condiciones, el ejercicio de responsabilidad es más necesario que nunca.  

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