El tipo fijo gana enteros

Agencias
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El aumento del precio del dinero por parte del BCE impulsa al euríbor por encima del 2% y provoca una huida de los hipotecados con interés variable a créditos con más estabilidad

El tipo fijo gana enteros - Foto: Imagen de mastersenaiper en Pixabay

Corren tiempos turbulentos y de ajustes para los inversores y para las personas que han comprado una casa o quieren hacerlo, en un momento en el que la financiación se está encareciendo ante las decisiones del BCE de atajar la inflación subiendo los tipos de interés.

En este contexto, miles de hipotecados están ya pensando en cambiar sus préstamos de tipo variable a fijo desde que en julio pasado empezó a subir el precio del dinero en la eurozona, y más con la nueva subida anunciada por el banco central hace unos días.

No obstante, tanto si el cambio de condiciones se realiza con la misma entidad (novación) como si es con otra diferente (subrogación), hay que tener en cuenta que el cliente tendrá que pagar una comisión, que varía en función de cada banco y que la actual ley hipotecaria limita al 0,15% del importe del préstamo en sus tres primeros años de vida. Para un crédito vivienda de 150.000 euros, esto equivaldría a unos 225 euros más al mes como máximo. Los expertos recomiendan antes de nada ser prudentes, hacer números y tener en cuenta que son préstamos a muy largo plazo, de hasta 30 años, período en el que los tipos pueden subir y bajar varias veces, al ritmo que marque la inflación y la economía de cada momento.

El euríbor, que llevaba seis años en negativo, cerró agosto en el 1,242%, su nivel más alto en una década, lo que significa que las hipotecas variables que se actualicen utilizando ese índice se incrementarán en torno a 1.400 euros anuales si el préstamo es de 150.000 euros a 25 años y con un diferencial del euríbor más el 1%.

Si el préstamo es de 300.000 euros con las mismas condiciones, la cuota de 1.064 euros pasaría a 1.300 euros después de la revisión, lo que supondrá una subida de unos 2.800 euros al año, más que suficiente para alarmar a cientos de miles de ciudadanos endeudados, ya castigados por la elevada inflación y la incertidumbre macroeconómica.

La situación se ha complicado aún más después de que el pasado jueves el BCE elevara de nuevo los tipos de interés, esta vez un 0,75%, la mayor subida de la historia de la eurozona, con objeto de enfriar la inflación, lo que sin duda dará lugar a una nueva oleada de revisiones de préstamos.

Según el INE, a cierre del pasado mes de junio, 14.412 préstamos hipotecarios habían cambiado sus condiciones en los registros de la propiedad, un 48% menos que un año antes, aunque un 5,4% más que el mes anterior.

De todos estos cambios, 3.253 estuvieron relacionados exclusivamente con los tipos de interés, y la mayor parte fueron para pasar de variable a fijo, ya que estos últimos aumentaron a 1.623 desde los 750 que había antes del cambio, mientras los 2.452 variables recorrieron el camino inverso y pasaron a 1.556.

Condiciones más duras

La OCU explica que casi todas las entidades están subiendo los tipos de interés fijos que ofrecen y están bajando tanto los tipos iniciales como los diferenciales que aplican en las hipotecas a tipo variable, lo que indica que la banca cree que los tipos subirán más de lo previsto antes de que empezara la guerra.

Según el Banco de España, de los 6.527 créditos para la adquisición de vivienda contratados hasta finales de julio, 1.331 se referenciaron a tipo fijo puro y 4.313 con variable.