Unas 10.000 personas asistieron al botellón del Jueves Lardero

JOSECHU GUILLAMÓN
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El concejal de Seguridad destacó la falta de incidencias de relevancia durante la jornada

Mientras los más pequeños se comían la tradicional mona en la Fiesta del Árbol, alrededor de 10.000 jóvenes practicaban botellón en el tramo de la avenida de la Mancha comprendido entre  la confluencia de dicha vía con el Paseo de los Estudiantes y el camino de la Pulgosa.

Una cifra que supera todas las previsiones, ya que se ha duplicado el número de asistentes del año pasado, razón por la cual el concejal de Seguridad, Francisco Navarro, afirmaba que autorizar el botellón había sido lo más acertado. «Entendemos que por cuestiones de seguridad ha sido un acierto autorizarlo, porque esas personas tenían intención de hacer botellón en cualquier caso y haber habilitado un sitio donde poder hacerlo de forma controlada, ha evitado a buen seguro incidentes de consideración».

Sin embargo, a pesar de que se desplegaron 25 agentes en la zona del botellón y 40 más por el resto de la ciudad si que se produjeron algunas incidencias reseñables.

Incidencias. A pesar de que se colocaron 16 baños (seis más que en 2015), los agentes impusieron ocho actas por miccionar en la vía pública y lo cierto es que muchas orinas en sitio indebido quedaron sin castigo, especialmente las producidas en el descampado de detrás de la avenida de La Mancha.

Por otra parte, se sancionó a un comercio por vender alcohol a menores de edad y se multó a cuatro jóvenes por tenencia de estupefacientes. Además se puso una sanción por hacer botellón en La Pulgosa, ya que estaba fuera de la zona acotada.

La parte más negativa es que los nueve efectivos de Protección Civil tuvieron que atender a dos jóvenes por ingesta de alcohol en exceso y a otro por un corte. Además la Policía Local tuvo que frenar dos conatos de pelea.

El lado positivo, es que en el control de alcoholemia que se ubicó en la calle Hellín con la calle Imperial, no hubo ningún positivo en los 34  test realizados. Francisco Navarro consideró las incidencias de escasa relevancia, por lo que se mostró satisfecho con el desarrollo de la jornada. «Ha sido una jornada tranquila por la ausencia de incidentes de relevancia y consideración, teniendo en cuenta el volumen tremendo e importantísimo de gente que se ha dado cita en el botellón».

En cuanto a los ciudadanos, los asistentes se mostraban lógicamente a favor del botellón, como comentaba Pedro José Sánchez. «Desde mi punto de vista, el botellón debería estar permitido todo el año, si la gente recoge luego la basura». Aunque también había alguno que pensaba que debía ser algo excepcional, como Tomás Pérez. «Este botellón es algo simbólico, todo el mundo viene, hay buen ambiente y muy buen rollo, pero sinceramente creo que no debería estar autorizado el botellón siempre». Entre los vecinos de la zona, también había opiniones de todos los gustos, aunque Javier Sarrión afirmaba que «el Ayuntamiento podría prohibir el botellón pero es muy cobarde».