«Hay medios con cuotas de tertulianos al dictado de partidos»

L.G.E.
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Presentador, tertuliano y columnista, Javier López tuvo que compaginar el periodismo con el trabajo de vender camisas, una experiencia que ha plasmado en un libro

Javier López tiene raíces familiares en Méntrida y La Torre de Esteban Hambrán, en la provincia de Toledo - Foto: Javier Pozo

Javier López ha sido presentador de informativos en el 24 horas de TVE, tertuliano, columnista... y vendedor de camisas en un centro comercial. Esta 'doble vida' de periodista y dependiente que ha tenido que llevar para gozar de estabilidad económica le ha dado pie a escribir un libro. El título no podía ser otro: 'El vendedor de camisas'. 

«Esta idea me surgió cuando ya marqué una cierta distancia sobre esta experiencia», cuenta López a La Tribuna, «me sirve como un proceso de autoterapia, pero también sirve de testimonio a personas que se pueden ver sometidas a este tipo de reinvenciones forzosas en la vida».

Lo compara un poco con lo que le puede ocurrir a los poetas. «La mayoría de poetas en España desarrollan trabajo de funcionario», comenta. En su caso, el hecho de compaginar su trabajo con las opciones que tenía de ir a tertulias, presentar eventos o escribir artículos (en La Tribuna pueden leer una columna suya todos los jueves) lo define casi como una «historia de coraje». «Podía haber dicho: me olvido del periodismo, dedico mi tiempo libre a ir al gimnasio, darme paseos, ir al cine o quedarme en casa viendo películas, pero tuve un gran empeño en mantener mi actividad como periodista», afirma. Esa inquietud le ha llevado a crear un proyecto radiofónico contando iniciativas dinámicas e innovadoras en zonas despobladas. Lo bautizó como 'Llena de vida: la España vaciada' y se puede escuchar como programa en Clickradiotv o como colaboración en CMM Radio.

Javier López cuenta que muchas cosas que decía en las tertulias las traía de conversaciones con los compañeros o clientesa los que vendía una camisa» Javier López cuenta que muchas cosas que decía en las tertulias las traía de conversaciones con los compañeros o clientesa los que vendía una camisa» - Foto: Javier PozoTener que ponerse a vender camisas tuvo mucho de positivo y no solo por la estabilidad económica que le daba. «Lo que encontré fue una calidad humana impresionante, unos compañeros que pocas veces había tenido en mi trabajo como periodista», apunta. Además este trabajo le permitía salir de la burbuja periodística y estar al pie de la calle: «Muchas cosas que decía de las tertulias las traía de conversaciones de clientes a los que vendía una camisa o en conversaciones con compañeros con los que te ponías a hablar de lo divino y lo humano».

El trabajo de dependiente sale bastante mejor parado en su libro que el de periodista, una profesión a la que se ven mucho las costuras. Asegura que «hay medios que lo que hacen es poner cuotas de tertulianos al dictado de los partidos políticos». Lamenta que «al final los periodistas que van a esas tertulias son fieles a su amo y lo que hacen es replicar los argumentarios de partidos políticos». 

A través de sus páginas desfilan algunos políticos con los que se topó en su faceta como periodista. Una de ellas es María Dolores Cospedal, de la que dice «el gran problema que tuvo fue querer agradar en ese momento mucho a su jefe político, que era Mariano Rajoy». Como el Gobierno de España decretaba hacer recortes, ella se propuso «ser la campeona de los recortes». Añade que Cospedal también «tuvo un problema con los colaboradores de los que se rodeó». Él, en concreto, coincidió con Nacho Villa, que dirigió la radio televisión autonómica. «Me crucé con él en una temporada. Tuve una mala experiencia. Me dejó apartado de la conducción de un programa cuando estaba en un buen nivel de audiencia porque se encaprichó con otra persona y ese tipo de cuestiones luego te hace mella», confiesa.