La paciencia del fútbol asiático

Diego Izco (SPC)
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Las muy trabajadas Japón y Corea del Sur desafían hoy toda lógica ante las favoritas Croacia y Brasil

Los jugadores nipones fueron capaces de derrotar a dos campeonas del mundo, Alemania y España. - Foto: Fabio Ferrari (Lapresse)

Por primera vez en la historia, tres representantes de la Confederación Asiática (Australia está encuadrada en ella) se colaron en octavos de final. Corea del Sur y Japón rompieron todos los pronósticos, pero la cuestión sobre la mesa es si el fútbol asiático ha dado al fin un paso adelante o si es una mera casualidad… y no hay unanimidad entre los analistas. Respecto al balompié occidental, igualó pronto la balanza en el aspecto físico. Le quedaban los otros dos: el técnico y el táctico. Y en el último siglo, las diferencias se han acortado de una forma notable.

 La técnica individual hace tiempo que dejó de ser un problema debido a la proliferación de academias basadas en los modelos occidentales. La Federación Japonesa, por ejemplo, estableció una colaboración con la alemana en 2009 para implantar planes de formación diseñados por entrenadores germanos… y, de paso, abrir vínculos con la Bundesliga. Fruto de aquello o de la casualidad, 13 años más tarde, Japón le ganó a Alemania con ocho futbolistas de la Bundesliga en la convocatoria: Yoshida (Schalke), Itakura ('Gladbach), Ito y Endo (Stuttgart), Kamada (Eintracht), Tanaka (Dusseldorf), Asano (Bochum) y Doan (Friburgo); estos dos últimos fueron los goleadores del 1-2.     

La migración ha sido el fenómeno clave en los últimos tiempos. «Cuantos más jueguen fuera de Japón, mejor», decía Harime Moriyasu, seleccionador nipón. Lejos de las competiciones de sus países, las Ligas europeas son el trampolín perfecto donde el jugador asiático potencia su sentido táctico (el central surcoreano del Nápoles, Kim Min-Jae, como epítome de esa evolución). Hoy, con esa balanza más equilibrada que nunca, Asia recoge los frutos de su minucioso trabajo y desafía la lógica ante Croacia y Brasil.