Condenan a un joven a tres años de cárcel por abusos sexuales

Josechu Guillamón
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El procesado se enfrentaba a 42 años de prisión como responsable de tres agresiones sexuales y un delito de tráfico de drogas de los que queda absuelto

El letrado de la defensa, Emilio Sánchez Barberán, escucha a su cliente durante el juicio. - Foto: Víctor Fernández

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a tres años de prisión a un joven por agredir sexualmente con acceso carnal a una menor, en enero de 2019 en Almansa.

La Sala ha tenido en cuenta la eximente incompleta de drogadicción y la atenuante de dilaciones indebidas, por los retrasos que ha sufrido el procedimiento.

Además el acusado no se podrá acercar a su víctima ni a su domicilio o lugar de trabajo, a menos de 300 metros, ni comunicar con ella por un periodo de cuatro años. Por otra parte, estará en libertad vigilada por un periodo de cinco años y no podrá realizar ningún trabajo que implique contacto con menores por un periodo de tres años.

Además tendrá que indemnizar a la víctima con 6.000 euros, por los daños morales causados.

El abogado de la defensa, Emilio Sánchez Barberán, realizaba una valoración positiva de la sentencia, puesto que la Fiscalía pedía 42 años de cárcel para su cliente, ya que lo consideraba autor de un delito de tráfico de drogas y de tres delitos de agresión sexual de los que finalmente ha sido absuelto. «Hubiéramos preferido la absolución, porque se podía haber tenido en cuenta la enajenación mental como circunstancia eximente total y además también existía la circunstancia del desestimiento, porque cuando ella le dice para, él paró».

Los hechos. Según la sentencia, el 18 de enero de 2019, sobre las 22 horas, el condenado, A.S.G. se encontraba en un parque de la localidad de Almansa, en el paraje La Maquinilla, junto con J.C.G.M. (alias Huesos), a quién no se pudo juzgar en el presente procedimiento, por encontrarse en situación procesal de rebeldía, y con E.J.T.G., cuando coincidieron con las menores de edad A. y J.L., que contaban con 17 años de edad, circunstancia ignorada por A.S.G., pues sólo las conocía de vista y no le dijeron su edad, ofreciéndoles cerveza y marihuana, a lo que ellas accedieron, consumiendo con ellos litronas y porros.

Tras marcharse E.J.T.G., pasadas las 0,00 horas, invitaron a las menores a una casa que se encontraba abandonada, y como hacia frío, ellas aceptaron, entrando a la vivienda por el balcón, donde continuaron consumiendo cerveza, marihuana, así como anfetaminas, metanfetaminas y éxtasis en forma de pastillas que les facilitaron, hasta llegar a entrar en un estado de semiinconsciencia.

No obstante, antes de ello, cuando ya A. se encontraba mal por el consumo de las sustancias, estando en una cama junto a otra persona, como éste se echó sobre ella y empezó a tocarla y ella no quería, se fue de la cama en la que yacía A.S.G.. En ese momento, le pidió que le ayudara a salir, que quería marcharse, a lo que él le contestó diciéndole que ya sabían a lo que habían ido; y abalanzándose sobre ella, le quitó los pantalones, le bajó las mayas y el tanga, y bajándose él también sus pantalones, le introdujo la punta del pene en la vagina hasta penetrarla, habiéndose encontrado espermatozoides del mismo en el interior de la vagina, momento el que, dada su oposición y al decirle con insistencia que no lo hiciera, se retiró de ella.

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