Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


¿Qué está pasando?

13/11/2023

Resulta que estamos inmersos en postulados, conceptos, ideas o acciones, manipuladas por quienes dominan el panorama socio-político, o por quienes consideran que la sociedad en la que vivimos es suya y nada más que suya. Juan Ramón Laporte nos habla del «oscuro Negocio de la salud», o en esa otra entradilla personal que dice «Medicinas personalizadas o a la carta, bajo la economía neoliberal». 
Berger titula «con la esperanza entre los dientes» y creo que esta frase es más que significativa de los que nos espera o de lo que vemos que puede suceder. Nos preocupa y mucho el tema de la tecnología en los niños: el móvil, la tablet, la conexión a internet, el contenido libre, etc.; y nos preocupa mucho. Pero, el padre o madre no encuentra recursos de apoyo por quienes podrían darlos u ofrecerlos, por quienes se consideran psicólogos, pedagogos, científicos, sociólogos, etc. Y surge la pregunta constante ¿Qué hacer? Y ¿Cómo hacerlo?
Y la verdad, yo que nunca he sido negativo, estoy llegando a ciertos fundamentos que me han debilitado el mecanismo de la ilusión, esa clave de vida. Y lucho por creer que sigue habiendo en este mundo personas que merecen la pena para compartir, para relacionarse y para sentir el peso de la amistad, de la convivencia, del amor. Y aún así, me doy cuenta de cómo se practica la envidia, como profesión, como mecanismo de necedad ante la «buena fe», esa que rige la dignidad del individuo. Sin embargo, nos encontramos materializados en oscuros poemas de la indiferencia, y advertimos que vamos «de capa caída» hacia un abismo socio-moral de mala gestión. Por eso, es común escuchar en mucha gente ese dicho ancestral del indigente: ¡qué más da¡ o ¡me da igual, éste qué aquél, aquello que lo otro…¡ y vamos abocados a una situación de difícil salida.
¿Qué está pasando, amigos?, por qué tanta «gente mala», metidos en guerras donde la vida tiene poco sentido; inmersos en el radicalismo como mecanismo de acción o metidos en aberrantes y malévolas dialécticas para incrementar egos o soberbias y generar daño sin más triunfo que su «malévola sonrisa» como pecado de sus complejos asumidos. ¿Qué está pasando?