El 97% de los préstamos que tiene la Junta son a largo plazo

L.G.E.
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La suma de la deuda que tiene la Administración regional con instituciones financieras asciende a 3.615 millones. Es un 22% del total, pues el principal acreedor de la Junta sigue siendo el Estado

Sede de la Consejería de Hacienda en Toledo - Foto: David Pérez

Va casi en el cargo que el consejero de Hacienda, que en este caso es Juan Alfonso Ruiz Molina, tenga muchos quebraderos de cabeza. Y más aún en estas fechas en las que tiene que cuadrar los presupuestos para el año que viene. Pero si hay algo que no le tiene que preocupar ahora mismo son los vencimientos de deuda a corto plazo, pues son realmente pocos en comparación con el volumen total de endeudamiento que tiene la Junta. Del total de préstamos que tiene la Administración regional con instituciones financieras, que asciende a 3.615 millones, el 97 por ciento están a largo plazo. Suman en total 3.511 millones. Hay una pequeña cantidad de 104 millones de préstamos a corto plazo. 

Los datos corresponden a cierre del segundo trimestre de 2023 y los ha publicado esta semana el Banco de España. En conjunto la Administración regional tiene una deuda que asciende hasta los 15.839 millones de euros, que son 265 millones más que el trimestre anterior. De toda esta cantidad, los préstamos con instituciones financieras, es decir con la banca, no llega ni a una cuarta parte. Representan el 22 por ciento del total. Y es que el mayor volumen de la deuda de Castilla-La Mancha está en manos del Estado. En concreto son 11.363 millones de euros que salen del FLA, el Fondo de Liquidez Autonómica, un mecanismo del Gobierno de España para facilitar financiación a las comunidades autónomas. Es decir, que el Estado es el acreedor del 71 por ciento de la deuda que tiene Castilla-La Mancha. Hay además una cantidad de  483 millones de euros en valores representativos de deuda como pueden ser bonos, obligaciones, etc. 

Los 15.839 millones de euros que tiene de deuda Castilla-La Mancha suponen el máximo histórico registrado en los últimos veinte años, aunque hay que tener en cuenta que desde 2020 ha superado la barrera de los 15.000 millones y más o menos se ha mantenido estable, pues aún no ha llegado en estos tres años a los 16.000. Puede que tampoco llegue en el futuro, pues en los presupuestos que está elaborando Ruiz Molina para 2024 se ha marcado el objetivo de tener un déficit cero. Además, como la economía crece, el peso de la deuda en proporción del PIB está bajando. Se ha quedado en el 32,1 por ciento.