«Lo que me encanta es poder escribir sobre toros»

Antonio Díaz
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El albacetense Juan Alberto Jiménez Ballesteros es el ganador del trigésimo primer concurso literario internacional Tierra de Toros, que convoca la Asociación cultural de Colmenar Viejo

Juan Alberto Jiménez Ballesteros, escritor. - Foto: José Miguel Esparacia

El albacetense Juan Alberto Jiménez Ballesteros es el ganador del trigésimo primer concurso literario internacional Tierra de Toros,  que convoca la Asociación cultural de Colmenar Viejo. El autor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades su relato, El ruiseñor del atrio, que ya está publicado. 

¿Por qué decidió presentarse al certamen?

Porque el certamen es de tema taurino y la verdad es que hay muy pocos, por no decir ninguno y, no sólo que podías hablar de toros, es que era tema obligado, entonces vi los cielos abiertos. Lo que me encanta es poder escribir sobre toros, algo que  realmente me gusta. Era un relato que según las bases del concurso exigían 20 folios como máximo, pero vamos, podría haber escrito 200, tranquilamente. 

Es usted un gran aficionado a la Fiesta Nacional. 

Efectivamente, soy aficionado desde niño, por tradición familiar, y he sido hasta aficionado práctico, porque participé en el primer curso  de larga duración para aficionados prácticos de España, que se hizo en Albacete. Luego, el que quiso, se puso delante. Yo decidí probarlo.  

¿Por qué ese título, El ruiseñor del atrio?

El relato, El ruiseñor del atrio, está basado en una historia real. El coprotagonista es un fotógrafo taurino, Cano, Canito, muy famoso, el que fotografió la muerte de Manolete, sin ir más lejos, lo que le hizo saltar a la fama mundial. Este hombre, antes de ser fotógrafo, quiso ser torero y llegó a novillero. Con ocasión de su actuación en un pueblo tuvo que ser director de lidia, porque el otro actuante, paisano del pueblo, no tenía ni idea. Así, el otro se vio superado por el miedo, se le hizo de noche y, a la hora de matar el novillo, como Cano se puso detrás para indicarle, resulta que este paisano le recetó una estocada por debajo de la clavícula que, si llega a ir un poco más abajo, lo mata en el acto. Cano, siempre que venía a la Feria de Albacete iba a ver a mi padre, Francisco, a su relojería, Jiménez. Ahí surge la historia.  

¿Dónde transcurre la historia que cuenta?

Esto transcurre en Minaya, donde estaba casado mi padre, al igual que yo, casualmente. Mi padre siempre le preguntaba a Cano por El ruiseñor del atrio, porque a aquel novillero, antes de serlo, le dio por cantar. Se subía a la cámara de su casa a practicar y se bautizó como El ruiseñor del atrio. Bueno, siempre que le mencionabas a Cano la anécdota te enseñaba la cicatriz. Es historia que he novelado. 

¿De qué manera?

Haciendo ver que, con el fin de poder asistirlo, decide que El ruiseñor adquiera unas mínimas nociones. Así, Cano se lo lleva a Alicante, donde vivía, para enseñarle. A través de esas enseñanzas, reflejo todo el mundo taurino, como era la fiesta en la España de los años 40, que es cuando la historia transcurre. También la técnica, de capote y muleta, la preparación física, el tentadero, una tertulia taurina, todo eso, a través de la enseñanza que Cano le va dando a El ruiseñor del atrio. Algunos aspectos de la vida de Cano son reales, lo demás es novelado, para dar forma al relato.  

¿Recogió el premio?

Sí, pero luego, en febrero,  marzo, en un acto de más enjundia, se entregan los premios de la Feria Taurina de Colmenar y también estaré y me hace mucha ilusión. La verdad es que, aunque el premio lleva aparejado una dotación económica y trofeo, lo que más me ha gustado es que hayan seleccionado este relato mío. Como digo, no hay nada más personal que un libro, porque para tener un hijo necesitas otra persona, anónima o no, pero un libro  es tu creación, lo has hecho tú. Con una particularidad en este caso, ya que al no haber certámenes taurinos, todo el mundo que quiera presentarse a un concurso, este, es una piedra de toque obligada.

¿Por qué eligió el lema Agüero para presentarse?

Porque Agüero, dentro de los pasodobles taurinos, es mi favorito y me gustó.  

¿Qué planes literarios tiene?

Llevo un tiempo con una novela, que está basada también  en la vida de un familiar, que llevó una vida intensa. Viajó a Cuba antes de la revolución, se casó con una hija de Batista, participó en el desembarco de bahía Cochinos, volvió a España, fue uno de los impulsores del boom hotelero en Benidorm y murió asesinado, además.  

¿Habrá novela taurina?

No lo descarto, pero primero necesitas una buena historia que contar. Incluso puedo volver a presentarme al certamen que he ganado.