No sé porqué se ha puesto de moda este neologismo que se refiere a una relación amorosa no monógama cuando es algo que viene de tiempos antiguos. Recordemos la vida durante el pleno Imperio Romano, o incluso la de etruscos y egipcios, y acercándonos más a nuestros tiempos, la época francesa del XVIII. Aún así, el poliamor es visto a menudo como una imposición o ineptitud para hacer compromisos con uno de los amores, especialmente un compromiso de exclusividad sexual a una persona a lo largo de su vida entera, tal y como sucede en el tradicional matrimonio monógamo.
Está claro, que en estos tiempos de nuevos 'valores', las generaciones que llegan parecen estar más de acuerdo en ese poliamor que en mantener la tradición de padres, abuelos o bisabuelos, algo que marcó un tiempo y que ahora parece tener otros sentido. Está claro que el poliamor es la múltiple relación, a la vez, de relaciones amorosas; y la poligamia es la de más de un cónyuge. Pero claro, como ahora hay más relaciones de pareja sin vínculo legal de matrimonio civil o religioso y simplemente, es la convivencia entre dos personas hasta que el tiempo lo dicte, la cosa cambia y rompe moldes tradicionales establecidos, generando algunas misivas o comentarios como el último del responsable del Servicio Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española al decir que «la fugacidad de los vínculos tiene consecuencias, como los problemas de salud mental…»
Está claro que la vida cambia y lo hace en todos su sentidos. No digo que esté del todo bien, pero si digo que los nuevos mecanismos sociales ayudan a potenciar este tipo de situaciones y que, hay que saber diferenciar entre poliamor y poligamia, entre 'engaño' y 'falta de respeto', porque poliamor, tal y como está definido por los psicólogos actuales se fundamenta en varias premisas que hay que cumplir: Las parejas se comunican abiertamente y con honestidad; las parejas se hacen responsables de sus propios sentimientos, decisiones y límites, teniendo en cuenta las emociones y límites de las otras personas; y se respetan la privacidad y la necesidad de espacio. Por tanto, si prima la dignidad, bondad y respeto se cumple el concepto, tal y como se define, de poliamor.