Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Maneras de pedir perdón

19/04/2023

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido perdón a las víctimas de los "efectos indeseados" de la ley del sólo sí es sí, a aquellas mujeres que han visto como sus agresores sexuales han visto rebajadas sus penas -un millar- y un centenar han sido excarcelados por la rebaja de penas que conlleva la ley integral de libertad sexual. Lo ha hecho en una entrevista en una cadena de periódicos apenas unos días antes de que se sellara el acuerdo entre el PSOE y el PP para volver a ampliar las penas, y que los delincuentes sexuales que cometan ese tipo de delitos a partir de su entrada en vigor no se beneficien de la situación actual, de la que sí podrán hacerlo aquellos que pidan la revisión de su caso a la luz de la ley actual. En los próximos días, el jefe del Ejecutivo va a tener sendas comparecencias parlamentarias en el Congreso y en el Senado unos marcos más adecuados para que de su petición de perdón quedara constancia en sede parlamentaria.

Pero si el reconocimiento de los "efectos indeseados" llega tarde, tanto como desde la entrada en vigor de la ley y se produjeron las primeras reducciones de sentencia, más sui generis es la adhesión a las disculpas que ha realizado la coportavoz nacional de Podemos, Isa Serra que se "ha sumado" a las declaraciones de Pedro Sánchez, sin dejar de responsabilizar a "una minoría de jueces" por la revisión de las condenas de forma favorable a los delincuentes. El reconocimiento de los errores en política tiene una forma de subsanarse que es mediante la asunción de responsabilidades políticas y más cuando se había advertido de la posibilidad de una lectura favorable a los delincuentes sexuales de la nueva ley, que es lo que ha exigido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo para hacer creíble el arrepentimiento.

Pero si se niega la mayor por parte del Ministerio de Igualdad, -sin eximir de responsabilidades al conjunto del Gobierno que dio el visto bueno al proyecto de ley- no hay propósito de la enmienda y la consecuencia ha sido el pacto entre el PP y los partidos de la derecha nacional y nacionalista para volver a endurecer las penas y tratar de minimizar la alarma social creada por la rebaja de penas. Un acuerdo a contrapelo por cuanto supone que el PP aparece como el salvador de la situación a pesar de su oposición al conjunto de la ley, que tiene aspectos muy positivos que van más allá del baremo de penas.

Cuando el próximo jueves se vote la reforma de la ley en el Congreso y se repita el argumentario de cada una de las partes en conflicto, sin que se vaya a producir todavía la ruptura del gobierno de coalición, quedará aún

el aspecto judicial por resolver: la decisión del Pleno de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que revisará una veintena de reducciones de condenas que condensan los casos más habituales y determinará si algunas de ellas vuelven a lo sentenciado en primera instancia y se establece un criterio común. Y una vez que entre en vigor la reforma de la ley del sólo si es sí, se comprobará quien tiene razón, si los que defienden que el consentimiento sigue siendo el eje de la ley, o si con la inclusión del tipo agravado de utilización de fuerza física o intimidación vuelve el 'calvario probatorio' para las mujeres agredidas sexualmente.