Por tradición, la Segunda División ha sido una trituradora de entrenadores, algo que no ha cambiado en esta campaña 2023-24. En 10 jornadas que se llevan disputadas son ya tres los técnicos que han caído por los malos resultados. La paciencia no es una virtud en el mundo del fútbol y, aunque a los entrenadores no les gusten los resultadistas, a los dirigentes no les tiembla la mano en cuanto se acumulan las derrotas.

Esta última jornada ha sido el Huesca el que ha destituido al Cuco Ciganda, después de la derrota en El Alcoraz frente al Eldense (0-1), la quinta de la temporada. Solo una victoria había logrado el Huesca, en casa del Alcorcón, y es penúltimo con siete puntos. Ciganda ya venía tocado tras acabar decimoquinto la pasada temporada.

El Cartagena, colista con cinco puntos, despachó a Víctor Sánchez del Amo tras la séptima jornada. Con Julián Calero solo han podido sumar de momento dos puntos.

El que abrió la veda fue el Oviedo, tras la sexta jornada  y la destitución de un Álvaro Cervera con el que había terminado la pasada campaña como un tiro. Tras tres puntos en seis partidos, Cervera fue sustituido por Luis Carrión, que en cuatro partidos lleva siete puntos.