Se le escurrió en el ocaso el primer triunfo del curso al Atlético Albacete, que llegaba sin puntuar al derbi ante el Villarrobledo, prometedor con dos victorias en las dos primeras jornadas. Fue Farisato el salvador del bloque local, que supo reaccionar al testarazo convertido por Marcos para rescatar un empate que le mantiene a la estela de los inmaculados Quintanar del Rey y Azuqueca.
El encuentro arrancó después de que se rindiera un bonito homenaje a Borja Collado, uno de los artífices del ascenso villarrobletano a la antigua Segunda B. El conjunto de Aracil salió con una presión alta que impedía una salida cómoda de los visitantes. La ocasión más clara de la primera mitad fue para Zizú antes de que se llegara a los diez minutos de juego, pero su disparo, después de una buena jugada colectiva, salió mordido y lo atrapó sin dificultades Chema.
A partir de ahí no sufrieron apenas ninguno de los dos guardametas. El juego estuvo muy trabado y ni Villarrobledo ni Atlético Albacete fueron capaces de hilvanar ninguna jugada que pudiera acarrear peligro. El claro reflejo de la primera mitad fueron las seis cartulinas amarillas que mostró Marchante Campillo en un 0-0 inamovible.
Chus Fernández movió ficha tras el descanso e introdujo en el terreno de juego a Alfonso por Gael, que era uno de los amonestados. Lo mismo hizo Aracil en el minuto 57 dándole entrada a Fran Minaya por Zizú. Con ellos cambió radicalmente el duelo, que comenzó a abrirse mucho más. Fran Minaya le dio un plus a balón parado a los lobos y cerca estuvo de marcar en dos lanzamientos de falta.
Por su parte, el filial albacetista enlazaba dos ocasiones muy claras. La primera la tuvo Vargas con un remate a la media vuelta que obligó a Hortal a hacer una gran parada. Después fue Álvarez el que con un gran disparo mandó el balón fuera por muy poco.
gol visitante. El filial del Albacete se mostraba cada vez más fluido en ataque y merodeaba continuamente la portería local hasta que finalmente encontró el gol en un buen centro de Adri que remató de cabeza Marcos al fondo de la red ante la pasividad de la zaga local.
No le quedó otra a los pupilos de Aracil que volcarse arriba buscando la igualada. Esta llegó cuando el encuentro agonizaba, en un balón largo de la defensa villarrobledense que le cayó a Farisato, y el venezolano cruzó a la perfección para batir a Chema (1-1).
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