Los salones del Gran Hotel de Albacete acogen durante dos días, ayer y hoy, la asamblea general de la Asociación Cultural y Técnica de Molineros de España (Actme) que representa a una industria básica para la cadena de alimentos de un país, pero que en el nuestro no es tan conocida como debería.

«Todo el mundo sabe qué es el pan y de su importancia, en ese sentido somos fundamentales, hacemos un trabajo esencial», indica su presidente, Javier Ruiz, «pero somos menos visibles porque antes, en cada pueblo había al menos un molino o un molinero, ahora el sector está mucho más concentrado».

Una concentración que, además, se aceleró mucho: «Ahora mismo hay unas 100 fábricas de harinas en España cuando no hace muchos años éramos cerca de 1.700» y todas ellas presentes en la asamblea general anual, que este año se dedica a una cuestión crucial para toda sociedad.

«Este año vamos a centrar las ponencias e intervenciones de la asamblea en la seguridad alimentaria -indica el presidente de Actme- porque en este sector hay una serie de procesos muy regulados y controlados para garantizar esa seguridad al consumidor».

Al igual que los participantes, los ponentes llegan de toda España pero también, en su caso, de otros países como Suiza, Italia o Turquía ya que la innovación técnica es muy intensa en el sector.

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