Una veintena de helicópteros se concentraron ayer en el Centro Nacional de Adiestramiento (Cenad) de Chinchilla de Montearagón para participar en el ejercicio Toro 22, el más importante del año que realiza el Ejército de Tierra.

Un ejercicio que se desarrolla en diferentes escenarios por todo el país, concretamente, en Canarias está la Brigada 16, en varias ubicaciones de las islas; la Brigada Aragón 1, está en Zaragoza en el Cenad de San Gregorio, con Unidades en fuerza; la Brigada 11 de Badajoz, está en un simulador de combate en San Gregorio, sin Unidades en Fuerza y además hay una pequeña Unidad de Operaciones Especiales (MOE), que también está desplegada en el Cenad de San Gregorio.

En cuanto al Cenad de Chinchilla se encuentra desplegada allí una  Agrupación Táctica de Asalto Aéreo, formada por 983 efectivos, pertenecientes a la Brigada Paracaidista (Bripac) y a las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet). 

Imagen de un helicóptero en el Cenad de Chinchilla, durante la celebración del Ejercicio Toro 22. - Foto: Arturo PérezEsta agrupación táctica, no es la primera vez que se forma, porque tanto Bripac como Famet están dentro de la División San Marcial y desde que se creó la misma, en enero de 2021, han participado conjuntamente en cinco ejercicios, además de algunos ejercicios menores.

En esta ocasión la agrupación táctica se ha formado para llevar a cabo un asalto aéreo, en el que unidades terrestres y unidades aéreas, maniobran juntas, para realizar una operación, a diferencia de una operación helitransportada, en la que los helicópteros se limitan a transportar a los militares a un punto determinado, para que ellos actúen allí.

El ejercicio. Para llevar a cabo el ejercicio, se han creado dos países, Celtia que se encuentra al Norte y Bética que está en el Sur. El conflicto surge porque Celtia ha invadido Bética, por lo que se reclama la intervención de Iberia, un tercer país aliado de Bética, en el que se encuentra la Agrupación Táctica de Asalto Aéreo.

El coronel Javier Betolaza Méndez, jefe del Regimiento de Infantería Nápoles 4 de Paracaidistas y que en el ejercicio es el jefe de la Agrupación Táctica de Asalto Aéreo explicaba que «lo que estamos haciendo es expulsar a esas fuerzas, para que lleguen a la frontera y regresen a su país».

La operación no es fácil, puesto que los pasos fronterizos que están controlados por el enemigo tienen difícil acceso para las fuerzas regulares que están subiendo desde Bética, por eso es necesaria la intervención de la Agrupación Táctica de Asalto Aéreo, como señala Betolaza. «Estamos preparados para hacernos cargo de uno de esos pasos, expulsar al enemigo, controlarlo, impedir que entren más fuerzas de Celtia hacia Bética y todo esto en un periodo corto, de 24 horas o como mucho de 48 ó 72 horas».

En este tipo de asaltos, es muy importante sorprender al enemigo. «Hacemos la operación siempre por sorpresa, sin sorpresa no sale, si no tenemos mucha información de lo que vamos a hacer no sale y siempre necesitamos que sea en un periodo de tiempo corto, para que lleguen otras fuerzas nuestras y nos releven y eso es lo que vamos a hacer en este ejercicio».

Las tropas del coronel Betolaza se encuentran  a unos 150 kilómetros de esa hipotética frontera, en una zona de retaguardia asegurada,  llamada Midea, en un aeródromo,  para que cuando el general Melero, al frente de la División Castillejos  lo ordene, saltar y ocupar una serie de puestos fronterizos. «Tenemos que echar al enemigo que ocupa esos puestos y sobre todo impedir que fuerzas que están en Celtia de reserva, todavía en su país, puedan entrar y atacarnos».

Para realizar esta operación se cuenta con helicópteros de diferentes características, como señala el  teniente coronel Castillo, jefe del Batallón del Cuartel General de la Famet, que en el ejercicio ejerce de  jefe de la plana mayor de la Agrupación Táctica de asalto aéreo. «Las Famet para este ejercicio han generado un grupo táctico de helicópteros en los que hay helicópteros de ataque, helicópteros de maniobra y helicópteros de transporte». Estos helicópteros se distribuyen de forma estratégica, como señala el teniente coronel Rubio, jefe del Grupo Táctico de Helicópteros. «En la formación siempre llevamos primero un núcleo de seguridad y luego, posteriormente, un núcleo de asalto, donde va el grueso de las tropas de superficie, que es la organización típica en una operación de este tipo. Además tenemos otros elementos, que no participan en vuelo, pero que también están implicados en la operación, que es el núcleo de apoyo, donde entrarían los puntos de repostaje, de municionamiento, combustibles, etcétera».

Para el ataque se cuenta con  unidades de superficie que han llegado anteriormente. «Ellos nos podrán informar de lo que han encontrado. No obstante, la Unidad que va en vanguardia, la de los Tigre, al mismo tiempo, va reconociendo el itinerario y tiene que ir levantando todas las posibles amenazas, ya sean antiaéreas propiamente dichas o de cualquier otro tipo, que puedan afectar a la operación. Esa es una de las misiones que tienen encargada los helicópteros de ataque».

Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete https://latribunadealbacete.promecal.es