La Fiscalía mantuvo ayer su petición de prisión permanente revisable para los padres acusados de matar a sus dos bebés, con un año de diferencia, cuando ambos tenían cuatro meses de edad, en la décima sesión del juicio que se celebra contra ellos en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

La fiscal, Elvira Argandoña, también mantuvo su petición de cuatro años y medio de cárcel para la abuela paterna de los menores, como autora de un delito de homicidio imprudente por omisión y de un delito de maltrato habitual, también por omisión.

La fiscal señaló que estaba claro que el primer bebé no había fallecido por muerte súbita ni por osteogénesis (enfermedad de los huesos de cristal), sino «por un golpe en la cabeza de alta energía». 

En cuanto al segundo bebé señaló que su muerte se produjo por otro fuerte golpe horas antes de su muerte, que conllevó que se le rompieran cinco costillas, lo que afectó al pulmón, provocándole una insuficiencia respiratoria. «Los únicos que estaban en casa cuando los niños murieron eran G. y A.», por eso solicitó su condena y también la de la abuela, M.G.T.S., al considerar que no había  actuado, a pesar de que conocía las lesiones que sufría el menor.

Por su parte, tanto Manuel Amorós Solera, como José Joaquín Valiente, abogados defensores, respectivamente, de la madre A.M.G. y del padre G.M.S., solicitaron la absolución de sus clientes, al no considerar probados los hechos. Subsidiariamente pidieron que se les condenara por homicidio imprudente, lo que supondría una rebaja importante de la pena. En cuanto a José Carrión, letrado de la abuela materna, solicitó la absolución de su representada.

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