Librería Popular acoge hoy, a las 19 horas, la presentación de el número 12 de El problema de Yorick, revista de creación literaria que coordina Eloy M. Cebrián. El escritor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades del número,  titulado 29 cocodrilos.

La revista tiene ya una larga andadura. 

Sí, la revista la fundamos Antonio García Muñoz y yo en el 2000. El primer número es del otoño de ese año, así que ahora cumple 23 años, con grandes pausas y a un ritmo muy lento, hemos sacado 12 números. Bien es cierto que la otra parte del proyecto es la publicación de libros y vamos a sacar el número 33.  Pero la revista, concretamente, es una obra colectiva, somos 20 autores. Después de Barcarola, creo que somos la revista literaria en activo más antigua de Albacete. 

¿Qué reúne en este número?

Hay una parte que responde a la creación de los miembros  del Taller Literario de Popular Libros, que en parte coordino. La revista es un escaparate, porque la mayoría de los relatos surgieron de las sesiones del taller literario, que lleva ya cuatro años. Luego, se han sumado escritores de trayectoria larga y reconocida, como Javier Sartí, Vicente Marcos, gente que han ganado muchos premios y tienen varias novelas, o el escritor norteamericano Lamar Herrin, amigo y novelista de mucho prestigio. Está también, entre los escritores de Albacete, Antonio Magán, que es un fabuloso autor de relatos breves. Participa igualmente Antonio García Muñoz, que es también columnista de La Tribuna de Albacete, y yo. 

¿En cuanto a los nuevos nombres?

Es cierto que todos estos autores y autoras empezaron como alumnos y alguno es ya profesor del taller, como Miguel Ángel Molina. No me cabe la menor duda que todos acabarán publicando y ganando premios, porque hay calidad y un músculo literario muy importante.  

¿Cómo se hizo la selección?

No ha habido una selección. He invitado a los autores ajenos al taller porque eran amigos y, entre los autores del taller, han escrito los que les ha apetecido participar. Es como una casa muy grande que puede acomodar  a mucha gente, muchas voces distintas, porque algunos autores son muy jóvenes. Tenemos a  Fernando Piñero, que tiene 18 años y empezó en el taller juvenil, con 15, y sigue escribiendo y ya ha ganado premios. La mayoría ya llevamos unos cuantos años juntos, trabajando codo con codo, somos ya, más que un taller literario, un grupo de amigos.  

¿Variedad de temas?

Sí, hay un poco de todo, recuerdo, nostalgia, fantasía, incluso con vena social. Los hay más íntimos, realismo sucio, historias de amor. Es un ejemplo de los temas que puede tratar la literatura, que están tratados desde un punto de vista muy original y la revista se llama 29 cocodrilos  como símbolo de lo que la literatura tiene de insólito o de imprevisible. Son 29 versiones insólitas, personales, de 20 autores.   

¿Ha publicado una nueva novela?

Estoy haciendo un experimento. He escrito una novela,  La chica del columpio, como título provisional. Lo que he hecho es sacar 30 ejemplares que le he dado a 30 personas, para que la lean y me comenten y, a partir de ahí, mejorarla, y sacar la edición definitiva en primavera.