«De verdad, cómo me encantan las intervenciones que se ciñen al asunto». Esta frase la pronunció ayer, casi como un suspiro, casi como una ironía el alcalde de Hellín, Ramón García, tras el debate, el medio debate o más bien el no-debate que tuvo lugar en el Pleno sobre el proyecto de modernización del Camping de Cañada de Agra.

Este proyecto se 'coló' dentro del orden del día dentro del punto 11, los asuntos de urgencia. Al tratarse de una actividad empresarial que estará sometida  al régimen de explotación por concesión de una Administración pública, es preceptivo que se presente ante el Ayuntamiento un estudio de viabilidad económica, que es lo que realmente iba al Pleno de ayer.

Pero lo cierto es que de este estudio se habló más bien poco. La primera en tomar la palabra fue la  concejal del Grupo de VOX, Raquel Tomás, quien dedicó la mayor parte de su intervención a replicar unas declaraciones hechas en la radio por miembros del equipo de Gobierno, que a su juicio fueron un ataque injustificado y gratuito contra su formación política.

Por parte del equipo de Gobierno, la concejal delegada de Turismo, María Jesús López, comenzó por hacer una defensa del proyecto del camping pero como ésta iniciativa forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística, valorado en 3,5 millones de euros, terminó por hablar más del conjunto del plan y el esfuerzo por buscar inversores que por el proyecto de Cañada de Agra.

Llegados a este punto, el debate se enredó hasta tal punto que cuando el portavoz del PP, Manuel Serena, tomó la palabra, lo primero que hizo fue dejar bien claro que él sólo quería hablar del proyecto y de nada más. En concreto, su intervención se centró en hacer una llamada a la prudencia, para pedir que la  inversión se desarrolle de forma gradual, por fases.

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