Se llaman Joaquín, Estela, Ana, Ruth y Carlos. Son alumnos de tercero de la ESO del Instituto Bachiller Sabuco de Albacete y con la ayuda de José Córcoles, su profesor de Geografía, han dado el primer paso para cumplir un viejo sueño de muchos agricultores.

Estos cinco estudiantes han creado una APP con dos partes que funcionan de forma coordinada. Entre ambas, es posible poner en contacto de forma directa y sin pasos intermedios a quienes producen los alimentos y a quienes los consumen.

El nombre de su proyecto es Mi pueblo Smart: de la granja a la mesa. La elección del nombre no es una casualidad, porque De la granja a la mesa es, precisamente, el nombre de una de las principales iniciativas europeas en materia de agricultura y de alimentación.

Sólo que ellos se han saltado toda la burocracia y la política para centrarse en algo tan simple como  crear algo que funcione y que ponga en contacto a la persona 'A', esto es, el agricultor, con la persona 'B', de la forma más sencilla y efectiva que sea posible.

Este proyecto, además, ha recibido el Premio Finalista del concurso Mi Pueblo Smart organizado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Universidad de Castilla La-Mancha para fomentar la innovación y la digitalización en el mundo rural.

En tres pasos. Los cinco jóvenes explican cómo fue la creación de este proyecto, que se desarrolló en tres fases. En todas ellas, la herramienta básica que utilizaron fue un Sistema de Información Geográfica o SIG, un mapa virtual cuyas referencias están conectadas a una o varias bases de datos.

«Queríamos  comunicar las ciudades con los pueblos a través del comercio así que primero averiguamos qué alimentos se consumen en las ciudades», así que hicieron una lista de productos básicos, como legumbres, cereales o frutos secos.

Para ello, recorrieron tanto los establecimientos del sector de la distribución como las despensas de sus casas. Anotaban los nombres de los productos y sus orígenes en una aplicación que habían diseñado ellos mismos.

«El siguiente paso fue ver dónde se producen los alimentos que se consumen en nuestra provincia», así que crearon otra aplicaciónque permite ver su procedencia en un mapa «y para nosotros fue una sorpresa, porque vimos cómo muchos productos vienen de lugares que no te puedes ni imaginar».

El tercer y último paso, lo que hace realmente innovador a este proyecto, fue crear la tercera y última APP, la que pone en contacto a  consumidores y vendedores locales «con la idea de acercarlos, para que se consuman los alimentos que se produzcan en la misma zona, en vez de tener que traerlos de otras partes del mundo».

El funcionamiento es de una simplicidad asombrosa: «El vendedor introduce sus datos básicos de identificación, así como los de su producto, su precio y por supuesto dónde se pueden encontrar; el comprador tiene acceso a esos datos y así puede localizar los productos que desee».

De esta forma, señalan, se quieren crear redes de comercio de ámbito local, basadas en el consumo de productos de cercanía y de temporada, lo que ayudaría a reactivar la economía del medio rural. 

(Más información en la edición impresa o en la APP https://latribunadealbacete.promecal.es)