No hace falta ir hasta la calle Serrano de Madrid para ver en algún escaparte una prenda de ropa que se acerque a los 500 euros, una prenda que se llevaría de golpe todo el presupuesto que tienen los castellano-manchegos para vestirse al año. Según un estudio del EAE Business School, cada castellano-manchego tuvo de media un presupuesto de 418 euros para llenar su armario en 2012, lo que da cerca de 35 euros al mes. Su capacidad de consumo se ha visto considerablemente reducida en comparación con los años previos a la crisis. El año pasado, por ejemplo, cada ciudadano tuvo 116 euros menos al año para gastarse en ropa que en el último año de vacas gordas.
El informe muestra claramente como los castellano-manchegos no perdieron tiempo y el primer año de la crisis ya optaron por recortar sus presupuestos en textil. De los 534 euros que se gastaron de media en 2007, bajaron a 462 euros en 2008. Al año siguiente, siguieron reduciendo su consumo en ropa hasta los 453 euros y este indicador de gasto tocó fondo en 2010, cuando los castellano-manchegos sólo invirtieron 400 euros en vestirse (33 euros al mes). El estudio revela que en 2011 se recuperó un poco el gasto, llegando a los 438 euros, pero que en 2012 se volvió a bajar hasta los 418.
El informe también revela que para este 2013 se espera una nueva recuperación, de modo que se suba el gasto medio hasta los 442 euros. Para los años siguientes el estudio calcula una clara tendencia ascendente, de forma que para 2017 se podría alcanzar un consumo medio de 489 euros. Sería una cifra mejor que las que se han visto en estos años de crisis, pero ni siquiera llegaría a igualar el gasto que se hacía en ropa en los años de bonanza. De hecho, quedaría 45 euros por debajo de lo que cada castellano-manchego se gastó en el último año previo al inicio de la crisis económica.
867 millones de euros para vestirse. La evolución que se observa en los datos de consumo por persona es igual a la que reflejan los datos totales de gasto en prendas de vestir de Castilla-La Mancha. Una comunidad autónoma con dos millones de habitantes de todas las edades necesitó 867 millones de euros para vestirse. El montante se queda muy lejos de los 1.035 millones que se gastaron en ropa en 2007, antes de empezar la crisis. Aun así, 2012 no ha sido el peor año de la recesión al menos en este apartado. El gasto en textil tocó fondo en 2010 con 812 millones de euros.
El estudio refleja para este 2013 una leve recuperación en gasto, ya que calcula que toda Castilla-La Mancha invertirá 921 millones de euros en prendas (lo que supone una subida de 54 millones). Esta vez se espera que para 2016 se recuperen los niveles pre-crisis y que para 2017 incluso se superen, llegando a un gasto total de 1.055 millones de euros. Es decir, que el informe de la EAE Business School refleja que en cuatro años el gasto en prendas de ropa será mayor que en los años de bonanza, aunque cada castellano-manchego se gaste algo menos que entonces.
El sector ha perdido la mitad de las empresas en la última década
Para el sector textil en España, y también en Castilla-La Mancha, la crisis no empezó en 2007, sino mucho antes. Así lo reflejan los datos recabados por la EAE Business School sobre la situación de esta industria. En el caso de Castilla-La Mancha, en 2002 el número de empresas dedicadas a la manufactura del textil era de 1.143. Diez año después, sólo quedan 525. Es decir, que en una década la industria textil ha perdido 618 empresas, un 54%.
La caída enEspaña también ha sido considerable. De 2002 a 2012 el número de empresas de manufactura textil en el conjunto del país se redujo de las 16.185 a las 8.668. La rebaja ha sido del 46,4%, aunque se queda incluso un poco por debajo de la caída en Castilla-La Mancha.
La importancia del sector textil castellano-manchego dentro de España se sigue manteniendo, ya que todas las comunidades han sufrido una reducción considerable de la actividad. Tanto en 2002 como en 2012, Castilla-La Mancha era la sexta comunidad con más empresas dedicada a la fabricación de ropa. Por delante de Castilla-La Mancha está Cataluña, que lideraba y lidera la tabla, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana y Galicia. Las mayores caídas en el número de empresas las han sufrido Navarra, Asturias y Extremadura, en los tres casos con una reducción superior al 60%.