«Quiero contribuir a mejorar la sociedad»

Antonio Díaz
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El jurista, profesor universitario y escritor Javier López-Galiacho Perona, presidente de Amithe, la Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España, ha sido distinguido como miembro de Real Academia Europea de Doctores (RAED).

El jurista, profesor universitario y escritor Javier López-Galiacho Perona. - Foto: José Miguel Esparcia.

El jurista, profesor universitario y escritor Javier López-Galiacho Perona, presidente de Amithe, la Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España, ha sido distinguido como miembro de  Real Academia Europea de Doctores (RAED). El jurista valoró esta distinción, que coincide con su reciente reconocimiento  en el Día de la Ciudad. 

Ingresa en la Real Academia Europea de Doctores.

Así es, en la Real Academia Europea de Doctores, que tiene su origen en el Colegio de Doctores de Cataluña y a día de hoy es Europea. Luego, le concedieron el título de Real y sigue manteniendo su vínculo con Barcelona, donde está su sede, presidida por Alfredo Rocafort. Ahora ingreso como académico de número y tengo que leer el discurso de ingreso, lo que espero hacer para el mes de mayo.

¿Puede adelantarnos algo de ese discurso de ingreso?

Va a ir sobre La ética, el derecho y la empresa, que me contestará el vicepresidente de la Real Academia, el economista  Aldo Olcese Santonja. Como ahora estoy como directivo en un grupo multinacional español, llevando los temas de Cumplimiento, vuelco todo mi conocimiento de cómo en los últimos años la ética o el deber de la ética y el cumplimiento de la legalidad ha invadido el mundo de la empresa, a través de los Modelos de cumplimiento o los Códigos éticos, los Canales éticos. Ahora hay una directiva que va a entrar en vigor en España sobre la necesidad de implantar canales de denuncia dentro de las empresas con más de 50 trabajadores.  

¿Qué supone para usted esta ingreso?

Para mí es un honor y, sobre todo, es un ejercicio de nobleza intelectual. Yo quiero aportar mi visión como jurista, como hombre de sociedad civil. Desde la sociedad civil quiero contribuir, con mis aportaciones, a mejorar la sociedad que me ha tocado vivir, convencido de que la ética debe imperar en la forma de hacer negocios. Sin duda es un alto honor, no solo porque  hay varios Premios Nobel, sobre todo, estuvo mi maestro de Derecho Civil, Manuel Albaladejo, o Carlos Jiménez Díaz, que fue compañero de los doctores Galiacho.  

Una gran satisfacción que  coincide con su reconocimiento en el Día de la ciudad. 

Sí fue el miércoles tuve la suerte de ser distinguido por mi ciudad, por la que he trabajado y sigo trabajando, principalmente a través de su Teatro Circo, de su recuperación, y ahora de su necesidad de ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, que será un hito para el Albacete de los próximos años.  Me sentí muy reconfortado, rodeado de familiares y amigos. 

¿Un doble compromiso?

Que una ciudad de 175.000 habitantes te haya reconocido, distinguido, te convierte en un ciudadano con más compromiso aún. No me canso de decir que lo mejor de esta ciudad lo ha levantado la gente de Albacete. Lo que hace falta es más sociedad civil, política sí, pero mucha más sociedad civil y Amithe es un ejemplo del trabajo desde la sociedad civil independiente, para mejorar la ciudad. En mi discurso hice un guiño a los jóvenes de Albacete para que puedan asumir el paso de este testigo de los que hemos estado luchando durante años , pero ahora les toca a ellos ponerse delante, señalando a los partidos políticos por dónde tiene que ir la ciudad que es el motor de Castilla-La Mancha, que deber protagonista, no apéndice.   

¿Hay relevo generacional?

Yo veo a la juventud adocenada. Vivimos en un tiempo más de trincheras y que sea la política la que dicte a la gente. Yo lo veo al revés, tenemos que ser los ciudadanos los que señalemos los asuntos en la agenda de nuestros representantes. Yo lo percibo en mis alumnos de la Universidad, que están en sus cosas y veo que hay una carencia grave de sentido humanístico y cultural, vienen muy limpios en cuanto a conocimientos culturales, son muy buenos en lo técnico, pero su deseo de adquirir nuevos conocimientos, más allá de lo técnico, escasea bastante. 

Lo que tenemos que hacer desde la Real Academia Europea de Doctores es incentivar a nuestros jóvenes para que adopten una  posición de protagonismo social. 

¿Cómo ve la declaración del Teatro Circo?

Parece que se está reanimando. Ha estado un año y medio parado y  ahora se están dando los pasos para poder darle a Amithe la representatividad de esta candidatura.  Ya se han hecho algunos pasos con el Gobierno de España, que está esperando que el Ayuntamiento tramite el expediente.