Haches, en el centro de la historia

José Iván Suárez
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Los resultados de la campaña arqueológica se presentan este sábado en la Bogarra

Imagen de la excavación que se lleva a cabo en la Torre Haches de Bogarra. - Foto: José Iván Suárez

En apenas tres años de trabajos arqueológicos, la Torre de Haches se ha convertido en uno de los referentes para conocer la evolución de Al-Andalus en las tierras de Albacete. En estos días ha terminado la segunda campaña de excavación en el recinto militar almohade de Bogarra. Los profesionales han conseguido nuevos datos que perfilan la importancia de este lugar y lo cuentan a nuestros lectores. «Tenemos uno de los mejores yacimientos para conocer cuáles son las redes comerciales y la cerámica que estaba funcionando en estos momentos», explica José María Moreno Narganes, de la Universidad de Alicante. El arqueólogo es uno de los directores del Proyecto Haches en el que este año también han participado especialistas de las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, Murcia y Granada.

El instante al que se refiere Moreno Narganes es finales del siglo XII e inicios del XIII. Un tiempo de frontera e incertidumbre. El Estado Almohade había auspiciado construcciones de este tipo ante el empuje castellano desde las conquistas de Toledo, Cuenca y Alarcón. Se levanta entonces en Haches un complejo defensivo amurallado y, posiblemente, adscrito al hisn Alcaraz. Pero con la caída de Hellín, a partir de 1212, el lugar entra en un peligroso equilibrio y finalmente es abandonado. «Todo nos hace pensar en una destrucción intencionada del enclave», comenta el arqueólogo. Para ello se basan no solo en las dataciones del carbono 14, sino también en el hallazgo de niveles de incendio y la rotura sistemática en la muralla. Estos datos indican, como ya avanzaron el año anterior durante el primer sondeo en una de las habitaciones, que este lugar pudo tener un final violento.

Los trabajos llevados a cabo este mes de octubre también dejan otro novedoso descubrimiento. Mientras realizaban un sondeo al pie de la torre, se toparon con otro aljibe y algo aún más importante, «hemos encontrado la cimentación de una torre anterior», comenta José María. Lo cual los lleva a creer que la edificación era originalmente más grande y, además, han constatado en este sondeo que la cimentación continúa, abarca una dimensión mayor. En arqueología, cualquier nuevo hallazgo puede cambiarlo todo. De momento, esto amplia las posibilidades sobre el origen del propio torreón y sus fases de existencia.

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