Masegosa: "Había plazas de tercera categoría deplorables"

Virgilio Liante
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Pascual González, Tomás Segura y Miguel Juan Espinosa inauguraron el Congreso de Cirugía Taurina que contó con múltiples mesas redondas

Masegosa: "Había plazas de tercera categoría deplorables" - Foto: Rubén Serrallé

Tomás Segura, vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Albacete, dijo en la inauguración que «como albaceteño, aficionado a los toros, tengo una especial satisfacción en dar esta bienvenida a tanta eminencia de la cirugía taurina, porque sin toro no hay fiesta y no hay toros sin toreros sanos», y agregó que «es un congreso especialmente interesante por el intercambio de opiniones, porque en este tipo de congresos a veces es más difícil».

Por otro lado, Miguel Juan Espinosa, subdelegado del Gobierno de Albacete, agradeció la presencia de los asistentes y dijo que es «una ciudad amable, cómoda y hospitalaria», y que  la Sociedad Española de Cirugía Taurina se creó en 1975 y tenía como objetivos el unificar criterios, mejorar las condiciones de la enfermería, pero principalmente intentar eliminar esa brecha formativa que cuando se sale de la Facultad no se tiene.

El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina, Pascual Masegosa, abrió el Congreso, pero antes dijo a La Tribuna de Albacete que los «toreros son pacientes diferentes, porque tienen una idea fija que es triunfar en todo momento y torear en los mayores festejos posibles y cualquier herida por asta de toro es un contratiempo en su carrera. Si estamos en julio o agosto le echa por tierra muchísimos de los festejos que tenía previstos e intentan acelerar su vuelta a los ruedos lo antes posible», y añadió que «no debemos olvidar que son atletas y su preparación física no tiene nada que envidiar a los deportistas de élite. Está claro que la recuperación es mucho más rápida y también la fuerza mental que tienen es impresionante para intentar acelerar las reapariciones lo antes posible».

operaciones. Sobre las grandes operaciones de toreros a lo largo de la historia, Masegosa explicó que «han habido muchas intervenciones que han sido excelentes; en Albacete hemos tenido heridas muy importantes como la de Jimeno Mora, al que el pitón le atravesó uno de los huesos más duros del cuerpo y sacábamos trozos de hueso con una herida de 40 centímetros», y añadió que «tuvimos la desgracia de Paco Ureña, que por una cornada en el ojo lo perdió definitivamente. Recuerdo a otro banderillero que tuvo unas secuelas por una herida facial que luego le había lesionado el nervio del párpado y se quedó con una parálisis por la que tuvo que abandonar el toreo. Además he tenido cornadas muy serias en festejos populares, de cornadas vasculares, de arterias y femorales y luego ha habido cornadas fuera del ámbito nuestro la de Juan José Padilla, la de Mariano de la Viña, que gracias a Dios fue en Zaragoza, donde había uno de los mejores equipos taurinos a nivel nacional y se pudo resolver, pero eso en una plaza de tercera categoría hubiera estado condenado a un fatal desenlace». Asimismo, se refirió a las gravísimas cornadas que fueron irremediables como la de Iván Fandiño o  Víctor Barrio.

Por último, La Tribuna de Albacete le preguntó a Pascual Masegosa si han cambiado mucho las enfermerías en las últimas décadas, a lo que contestó que «sí ha habido cambios y ha habido una forma de actuar, de tener las enfermerías diferentes a como anteriormente, porque hay plazas como la de Albacete o plazas de primera categoría con enfermerías que están muy bien dotadas, pero también había un problema en las plazas de tercera categoría, donde había un festejo al año, que estaban en unas condiciones pésimas y deplorables y gracias a que nosotros llevábamos todo el equipamiento podíamos trabajar en una zona higiénicamente no aceptable. Hoy en día todo ha cambiado y sanidad exige que las enfermerías pasen una revisión cada cierto tiempo y si no se cumple la legislación las inhabilitan y no les dejan actuar», y añadió que «además tenemos la incorporación de los quirófanos portátiles que están muy bien dotados con los que se puede hacer cualquier tipo de intervención incluso si son bastante graves».