«'En caída libre' es una novela dramática, con intriga»

Antonio Díaz
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El albacetense Pedro Quijada Bru presentó en Popular Libros de Octavio Cuartero En caída libre. El autor de Alatoz comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de su tercera novela.

Pedro Quijada Bru - Foto: José Miguel Esparcia

El albacetense Pedro Quijada Bru presentó en Popular Libros de Octavio Cuartero En caída libre. El autor de Alatoz comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de su tercera novela.

Comenzó su carrera literaria con un ensayo...

El primero fue En un lugar de La Manchuela, porque se desarrolló en mi pueblo, donde me quedé encerrado durante tres meses, en la pandemia de 2020. Entonces encontré la ocasión y la tranquilidad para ponerme a escribir.

¿Hay muchas diferencias en el estilo entre La saga Robles y En caída libre?

Totalmente, la primera era una novela histórica que recorría una saga familiar a lo largo del siglo XX, entronizaba con sucesos históricos importantes y la familia tenía algo que ver conmigo. La última parte era una especie de autobiografía. La segunda novela era policiaca, Ambición criminal, situada entre Madrid y Barcelona. Como  muchos escritores, reflejamos en nuestras obras vivencias y, en mi caso, las sitúo en lugares donde he vivido y donde he desarrollado mi carrera profesional, por eso, entre Madrid y Barcelona. Eso, las ciudades, lo adorno con una historia que tiene que ver realidades sociales, amor y desamor,  en el caso de la novela policiaca, el tráfico de drogas, la venganza, el rencor y la ambición, entre otras. 

¿Cambia de género con éste, En caída libre?

En caída libre es una novela dramática, con intriga, pero no demasiada. Lo que hice fue profundizar en la personalidad de los protagonistas. Las relaciones personales de un grupo de ocho amigos  que se conocieron en la Facultad y, con el tiempo suceden una serie de acontecimientos, otra vez amor y desamor, que llevan a una situación de celos y venganza. 

Además, los confina.

Exacto, el protagonista, Francisco Noriega, Pancho,  es propietario de una gran mansión, una casona de indianos inmensa, donde aprovechaba todos los veranos para llevar a sus amigos. En esta ocasión, hay un suceso trágico  y la guardia civil los confina en esta casona para interrogarlos y ahí se desarrolla buena parte de la historia. 

¿Un suceso trágico?

Sí, es un suceso trágico, porque influyen celos y venganza, con dos muertos. A partir de ahí la guardia civil desarrollará su investigación.   

En esta tercera novela, ¿hay algo autobiográfico?

Nada, salvo lo que decíamos de los lugares, porque amo Asturias, primero porque mi padre nació allí pero, sobre todo, porque he veraneado en la zona durante 20 años, lo que ha despertado mi curiosidad y he tenido muchas vivencias, como natación o escalada, que también me han aportado muchísimo para escribir la novela que presentamos.

¿Un año de trabajo para escribir esta novela?

Escribir  la historia me puede llevar unos seis meses, luego viene la etapa de impresión y presentación, que suelo hacer en Madrid, en un club que se llama Argo, de ocio y cultura, donde me han comprado, por cierto muchos libros, aunque tengo que decirte que mi propósito no es hacer dinero con los libros, tengo mis propios recurso y sólo me interesa amortizar la inversión, al autoeditarme. También lo presenté en Alatoz, mi pueblo, y ahora en Albacete. Dejaré el libro en Popular, pero se puede conseguir en cualquier librería de España, también vía internet.

¿Buenas sensaciones?

Pues sí, la novela está gustando mucho y siempre hay alguna observación que te hacen los amigos.  

¿Qué planes literarios tiene?

Estoy escribiendo mi cuarta novela, que será un drama rural situado en La Manchuela, de nuevo. Lo estoy tomando con mucha calma, porque quiero profundizar más en la psicología de los personajes, entonces tengo la introducción y unas 35 páginas. El título será, posiblemente, Lo que queda del camino.