Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


El problema del PSOE

03/06/2023

Siendo el objetivo permanente de Pedro Sánchez la conservación del poder, a costa de lo que sea la estrepitosa derrota sufrida por el PSOE el domingo, que apareja una gran pérdida de poder institucional
-ayuntamientos, comunidades autónomas, diputaciones- parece que ha trastornado su percepción de la realidad.

La convocatoria anticipada de elecciones está siendo analizada en todos los ámbitos como una huida hacia adelante. Al promover una reunión con los diputados y senadores socialistas aceptando que le aplaudieran durante más de dos minutos pese a ser el responsable del batacazo sufrido por el partido fue la prueba definitiva de esa pérdida de contacto con la realidad. Cuantos le aplaudieron sabían que los comicios del 28-M habían sido un plebiscito que Pedro Sánchez había perdido pero ninguno se atrevió a levantar la voz porque todos ellos estaban ya en funciones y de su silencio dependía la posibilidad de formar parte de las futuras listas electorales del partido para el 23 J.

El silencio de los corderos aplaudiendo a la coreana al personaje que les está llevando al precipicio es un caso de servidumbre que habría que analizar en clave pre política. Lo que Patxi López, el aplaudidor más entusiasta, defendía y como él el resto de los parlamentarios socialistas era su futuro personal. Silencio, nada de críticas al jefe, a cambio de la posibilidad de repetir en las listas. Alfonso Guerra ha señalado con precisión lo que se desprendía de este escenario. Según él, Sánchez ha convocado elecciones para evitar las previsibles críticas de un Comité Federal exigiendo responsabilidades por la derrota. Al convocar elecciones, el conductor de la estrategia derrotada -Guerra dixit- "acaba saliendo bajo palio de la reunión" porque obliga a los dirigentes descontentos a simular que apoyan al responsable de la estrategia derrotada evitando criticas que serían calificadas de deslealtad al partido.

Al sentirse acorralado por el rechazo a su política de alianzas Pedro Sánchez da un paso más en su huida a la desesperada obligando al partido a seguirle a pesar de que está dando pruebas de no haber comprendido lo que ha pasado: que el problema que tiene el PSOE se llama Pedro Sánchez. Al señalar al PP como la derecha extrema comparando a Núñez Feijóo con Trump o Bolsonaro o apuntando a los medios de comunicación que no le jalean como los responsables de su derrota acredita que ha decidido abrazar el relato "conspiranoico" de Pablo Iglesias. Parece que Sánchez ha olvidado cómo acabó políticamente Iglesias.