Las reglas del trasvase harán salir 200 Hm3 hasta septiembre

L.G.E.
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En abril quedaban 74 hectómetros pendientes de enviar y al mes van cayendo 27 más de manera automática

En estos momentos en Entrepeñas hay 556 hectómetros cúbicos almacenados. - Foto: Javier Pozo

Las lluvias del invierno y la primavera han llenado los embalses de la cabecera del Tajo. Aunque ni siquiera llegan a la mitad de su capacidad, los casi 1.200 hectómetros cúbicos que tienen ahora Entrepeñas y Buendía ofrecen una imagen  como no se había visto igual en la última década. Sin embargo, el trasvase está haciendo que se empiece a notar. «Ya estamos perdiendo cota en Entrepeñas, unos diez centímetros de altura», apunta el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Borja Castro, a La Tribuna. Es agua que se va por el trasvase hacia Levante, pero también que se desembalsa para el propio cauce del río, aunque unos cuantos kilómetros más abajo, en Toledo, esa agua no ayuda a ofrece una imagen muy boyante del río, con zonas en las que parece que se podría cruzar incluso a pie.   

En la cabecera del Tajo se nota el efecto de los trasvases y esto no ha hecho más que empezar. Durante el otoño y buena parte del invierno el canal estuvo cerrado, pero eso no impidió que mes a mes se aprobaran trasvases. Eso ha hecho que ahora haya mucha agua pendiente de mandar al Segura. El último informe técnico del Cedex, el correspondiente a abril, certificaba que todavía había 75,7 hectómetros cúbicos pendientes por enviar al Levante. 

«No dan abasto para desembalsar», explica Castro. Además cada mes de los que queda se seguirán autorizando trasvases de 27 hectómetros cúbicos cada uno al estar los embalses en nivel 2. El presidente de la Asociación de Ribereños cree que esta semana que entra podría convocarse la Comisión de Explotación del Tajo-Segura para aprobar el correspondiente a mayo. «Son automáticos», apunta. Serán, por tanto, 27 hectómetros cúbicos este mes y todo apunta que caerán otros tantos en junio, julio y agosto.

«Aproximadamente hasta que termine el año hidrológico están pendientes de trasvasarse otros 200 hectómetros cúbicos», calcula. Y es que todos los trasvases que se aprueban se tienen que derivar antes de que termine el año hidrológico, el último día de septiembre. Castro hace este cálculo teniendo en cuenta las reglas actuales del trasvase, que precisamente están pendientes de modificarse para cumplir con los caudales ecológicos del Tajo. 

¿Y cuántos son 200 hectómetros cúbicos? Pues es prácticamente todo lo que cabe en el embalse de la Fuensanta, casi el doble de todo lo que se puede almacenar en el embalse de Azután o cinco veces la capacidad del Gasset.