Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


Tal para cual

24/11/2023

Si hay dos políticos con personalidades parecidas esos son Pedro Sánchez y Benjamín Netanyahu.
Ambos padecen de una ambición desmesurada de poder, militan en que el fin justifica los medios, por eso no han dudado en provocar graves crisis institucionales, enfrentándose a la Justicia de sus respectivos países, intentando doblegarla para sus propios fines. Netanyahu ha querido meter en vereda al Tribunal Supremo de su país y Pedro Sánchez no ha dudado en pactar una ley de amnistía que igualmente coloca a los pies de los caballos a nuestro Tribunal Supremo.
Me los imagino juntos, tomándose la medida, viendo cómo pueden meter un gol al otro.
Sánchez se presenta en Israel con la advertencia de que piensa reconocer el Estado Palestino, como si a Benjamín Netanyahu eso le vaya a impresionar ni condicionar ni mucho ni poco ni nada.
El peso de España en el concierto internacional ha ido menguando y francamente en Oriente Medio ese peso es aún menor. Sin embargo, me gustaría que ese peso fuera lo suficientemente importante para que se abriera una vía encaminada a la puesta en marcha de un Estado Palestino.
He viajado lo suficiente por esa parte del mundo para estar absolutamente convencida de que la única solución para frenar la violencia entre ambas comunidades es que los palestinos tengan su propio Estado.
No pongo en duda el derecho de Israel a existir y defenderse pero también estoy firmemente convencida de que, no solo es justo sino urgente y necesario, que los palestinos tengan su propio Estado.
Israelíes y palestinos viven juntos en medio de la violencia, y se trataría que sigan viviendo juntos, Estado junto a Estado, con unas fronteras seguras, que facilite una convivencia pacífica.
Se trata de echar la vista atrás y actualizar la resolución 181 de Naciones Unidas aprobada en 1947, la cual recomendaba la puesta en marcha de dos Estados con un régimen especial para Jerusalén. Ben Gurion aceptó de inmediato esa resolución aunque el terreno que se les asignaba era realmente mínimo mientras que del lado palestino se rechazó.
Han pasado muchos años y muchas guerras y difícilmente se puede regresar a la casilla de salida, pero el fondo de la resolución 181 debería de servir de base para la creación del "Estado" que quedo pendiente, el Estado Palestino.
Y es la Comunidad de Naciones la que debe de ponerse en marcha para lograr ese fin, y dentro de la comunidad internacional, es Estados Unidos el que puede y debe dar los pasos en esa dirección lo que sin duda no es fácil porque ahí está Hamas y detrás de Hamas las terminales de otros países que alimentan el enfrentamiento y que, sin duda, temían que Israel continúe obteniendo el reconocimiento diplomático de países árabes. Ya tiene el de Egipto, Jordania, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Marruecos y a punto estaban de intercambiar embajadores con Arabia Saudita lo que puso en alerta a Irán puesto que eso suponía aumentar su aislamiento internacional.
Creo que este es un momento de actuar con inteligencia y la cabeza fría alejándose de eslóganes que quedan muy bien en las manifestaciones en los países occidentales pero que de nada sirven para abordar e intentar encontrar una solución al problema.
De ahí, insisto, que es la diplomacia la que debería de estar buscando la manera de poner fin a ese desencuentro entre israelitas y palestinos facilitando la puesta en marcha de un Estado Palestino para que entre ambas comunidades se asiente la cultura de la paz.
En cuanto al encuentro de Sánchez y Netanyahu... ha sido un encuentro entre dos políticos de características similares, engreídos, con una ambición de poder desbordante para los que el fin, o sea el fin de permanecer en el poder, justifica los medios aunque estos pasen por zarandear los cimientos del Estado de Derecho. Son tal para cual.