El torero a caballo de Villarrobledo Víctor Losa tomará la alternativa el próximo 29 de junio en la feria de San Pedro de Zamora, una alternativa de lujo, ya que será el portugués Diego Ventura su padrino de ceremonia, actuando de testigo Guillermo Hermoso de Mendoza, hijo de Pablo Hermoso de Mendoza y continuador de la saga de toreros a caballo navarros. La Tribuna de Albacete ha podido conversar con el joven rejoneador roblense sobre este importante compromiso y su carrera.
«Tengo amistad con Diego Ventura y hablándolo con él, me propuso la idea y varias plazas donde llevarla a cabo y Zamora es una plaza que me gusta mucho y así lo decidimos. Será con la temporada recién estrenada, ya que torearé una corrida el próximo sábado y la siguiente ya será la de Zamora, por lo que, si todo sale bien, puede hacerse una buena temporada».
Un cartel con figuras. «Es un cartel con las dos máximas figuras y he tenido el privilegio de poder torear con ellos en un día importante y tanto si se llega a ser figura o no, ese día de tomar la alternativa con figuras, ya no te lo quita nadie».
El próximo sábado en Promesas del Rejoneo. «Intervengo en el segundo Certamen Promesas del Rejoneo el próximo sábado día 10 en el segundo festejo del certamen en la plaza de Torrenueva, en la provincia de Ciudad Real, algo muy bonito que además se televisa por Castilla-La Mancha Media y a parte de la alternativa no tengo nada más, solo en caso de pasar a la final de promesas, torearía el 2 de julio en Puebla de Don Rodrigo, también en Ciudad Real».
Las alternativas en los rejoneadores son muy particulares. «Desgraciadamente, y lo he manifestado en alguna entrevista, la alternativa no es una cosa que me volviera loco hacerlo, pero había que hacerlo para dar ese pequeño salto y aunque no cambie mucho, si no la tomas no puedes entrar en sitios importantes, pero si tomo la alternativa el 29 de junio y paso a la final del certamen el 2 de julio, vuelvo a matar novillos. Esto está así y espero que algún día podamos cambiarlo entre todos. La verdad es que donde más festejos de rejones se organizan es en los pueblos y esto significa que los presupuestos para esos festejos no son grandes y llevar toros supone elevar el coste y el empresario no puede permitírselo, pero si nos pudiéramos todos de acuerdo, deberíamos exigir que una vez tomada la alternativa, matar solo toros, a no ser que fuese un festival».
Ha querido torear en condiciones. «Yo en 2017 y 2018 toreé bastantes novilladas, que fue cuando empecé y además con buenos resultados, y lo que pasó es que durante los siguientes años, los empresarios me ofrecían menos dinero y te planteas que después de estar más de 10 horas al día montado a caballo y con unos gastos grandes, que fueses a torear y que te costase el dinero, debiendo poner dinero de mi bolsillo. Habrá personas que puedan mantener esa situación, que tengan otros negocios y lo pongan, pero yo no me he hecho rejoneador para poner 200 o 300 euros cada vez que toreo. Está bien que en los comienzos no te quede dinero, pero que te cueste, ya es demasiado, porque a mí nunca me ha costado dinero torear. Yo tengo otros negocios, pero cada uno de ellos se debe mantener por sí solo. Hubo gente que dijo que me había retirado y nunca he dejado de torear una dos o tres corridas por temporada, siempre en buenas condiciones, que es lo que deberíamos hacer todos para hacernos respetar, porque si no es muy difícil que salga gente nueva en esta profesión. En el toreo a pie, los gastos son los lógicos de cuadrilla, pero en el toreo a caballo, además de la cuadrilla hay gastos todo el año, a parte del traslado de caballos, mozos de cuadra todo el año, caballos que hay que dar de comer y montar todo el año, en fin, muchos gastos». Concepto que aúna la verdad con el espectáculo. «Los que me han visto torear saben que me gusta ir muy de frente y que haya armonía al clavar la banderilla y también algo espectacular».
Una cuadra muy compensada. «Tengo ocho caballos para torear, entre ellos varios potros, algunos nuevos, otros que ya llevan conmigo algunos años, por lo que voy muy confiado y a gusto con la cuadra. Los primeros años compré caballos, que ya habían estado toreando, con los que aprendí mucho, pero ahora ya tengo potros domados por mí que creo que es la clave para un rejoneador».