El aislamiento, la soledad, la pérdida de un ser querido y la imposibilidad de despedirse del mismo y el distanciamiento social, consecuencias todas de la pandemia del coronavirus que vivimos ha agravado los trastornos mentales, en especial los cuadros depresivos y ansiosos, lo que ha motivado que desde el mes de julio que la Asociación de Ayuda al Síndrome Depresivo (Lassus) de Albacete retomó su actividad presencial haya experimentado un amento de la demanda de tratamiento por estas causas. 

Así lo ha indicado la presidenta de Lassus, Mercedes Sánchez Ortega, durante la jornada de sensibilización y postulación que están llevando a cabo con la instalación de mesas informativas en distintos puntos de la ciudad por el Día Europeo de la Depresión. Sánchez Ortega indicó que de 240 usuarios que el año pasado por estas fechas venían atendiendo en la asociación, tanto con terapias individuales como grupales, se ha pasado a 270 del momento actual.

"Es raro el día que no recibimos a un nuevo paciente con problemas de depresión que viene a nuestra entidad a pedirnos ayuda, a veces son dos casos nuevos a diario, cuando lo normal antes era que cada dos o tres días entrara una nueva petición de tratamiento". 

Un aumento que desde Lassus cifran entre un 15 y un 20% con respecto al año pasado por estas fechas.