Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


Alma de España

13/06/2023

Dice mi madre que tal día como hoy, en la madrugada del 13 de junio, este columnista nacía en Albacete. Era jueves y se celebraba la festividad nacional del Corpus Christi. Según me asegura doña Isabel Perona, se cumplió el dicho popular y aquel jueves en que nací relució más que el sol. El Corpus Christi me eligió desde aquel día. Sin embargo, una espinita tenía clavada. Deseaba vivir en primera persona la fiesta del Corpus en su escenario más privilegiado: Toledo. Y el pasado jueves, me sacó la espina la invitación de mi querido amigo Javier Ruiz, la mejor voz desde Onda Cero de la radio castellanomanchega, para compartir en directo el Corpus toledano. A primera hora, con el cielo cárdeno amenazando lluvia, Javier me paseó por las calles de Toledo, entoldadas de palio y con ese olor único que le da el alfombrarla con romero, tomillo, espliego y cantueso, escanciado sobre ese empedrado que sostiene desde siglos la España real. Hasta la imponente catedral me acercó para admirar los seis tapices que mandó elaborar para esta festividad el poderoso cardenal Portocarrero. A la Santa Iglesia se acercaban las comitivas a desfilar en el cortejo oficial. Entre ellas, la de mis compañeros de la UCLM, presidida por el buen rector Julián Garde. Y para sorpresa mía, con la sonrisa cómplice de Javier Ruiz, el rector y el catedrático fuensanteño, Juan Antonio Mondéjar, me invitaron, Deo volante, a desfilar con ellos el próximo año. Toledo no se entiende sin el Corpus. Como España no se comprende sin Toledo. Sus calles en el Corpus son una explosión popular bajo telas, mantos, estandartes y pendones que desembocan en ese delta urbano único que es la plaza de Zocodover. Allí, en uno de sus balcones privilegiados de la sede de Eurocaja, Javier Ruiz, acompañado de Dani, joven promesa del periodismo, regaló a su nutrida audiencia una emocionante retransmisión de este desfile procesional único en el mundo. Con un «Dios está en la calle», arrancó Ruiz la locución. Y qué verdad. El Corpus nos recuerda que Cristo está con nosotros, en las mismas calles de nuestro cotidiano andar y caer. Así, en suma, el Corpus toledano es el alma de España.