Caballero corta una oreja en la novillada de El Puerto

Virgilio Liante
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El novillero de Albacete demostró que está para tomar la alternativa. Se le quedó chico el segundo novillo de la suelta, al que toreó a placer con la mano derecha

Caballero corta una oreja en la novillada de El Puerto - Foto: Rubén Serrallé

El portuense Víctor Barroso ha salido en hombros al término de la novillada picada celebrada este jueves en El Puerto de Santa María (Cádiz), en la que Manuel Caballero cortó un apéndice mientras que Manuel Román 'pinchó' una buena faena al sexto y dio la vuelta al ruedo.

El primero de la tarde fue un novillo mansurrón que no se empleó nunca. Víctor Barroso estuvo con pocas ideas en un trasteo sin argumento y rubricado de una eficaz estocada.

Mejoró la cosa con el cuarto Barroso, al que no se le pudo reprochar absolutamente nada en cuanto a entrega mostrada. Inició faena de rodillas con algunos pases largos y culminó con manoletinas también de hinojos. Entre medias, tandas de cierto calado. Culminó con una buena estocada. Dos orejas.

Manuel Caballero demostró en El Puerto que está para tomar la alternativa. Se le quedó chico el segundo novillo de la suelta, al que toreó a placer con la mano derecha. Lástima que no refrendara su buena actuación con la espada, dejando todo en una ovación.

Caballero volvió a estar solvente frente al quinto, al que instrumentó una faena algo más intermitente pero en la que hubo también detalles importantes con la mano derecha. Cortó una oreja.

A Manuel Román se le notó un aroma distinto ya en su primer novillo, con el que se le vio fácil y solvente para llegar a los tendidos. En su contra, se colocó muy al hilo y acompañó las embestidas. Le falto mando. También mejor rúbrica con la tizona.

El sexto fue un novillo nobilísimo al que Manuel Román toreó a placer. Iba al paso y tenía condición pajuna. El joven cordobés estuvo muy bien, destacando con la izquierda. El público pidió el indulto y Román, tras indicaciones del palco, lo pinchó hasta cuatro veces. Pareció que el amago de indulto era para evitar hacer la suerte suprema. Al final dio la vuelta al ruedo.