Los primeros sondeos, publicados tras el cierre de los colegios electorales, daban una holgada victoria al Partido Popular en las elecciones al Ayuntamiento de Albacete, donde podía llegar hasta a 13 ediles. Nadie quería confiarse en la sede de la formación en la ciudad, en cualquier caso, dado el ajustadísimo resultado que se dio en los comicios de 2019 y acabó por propiciar el pacto de Gobierno entre PSOE y Ciudadanos.
El recuento, como siempre suele ocurrir en la capital albacetense, comenzó dando ventaja a los socialistas, pero pronto, cuando se superaba el 30% de escrutinio, dio un empate a 11 concejales entre los dos principales grupos políticos, que no cambiaba en las sucesivas actualizaciones de la páginas web de resultados, pese a que los populares aumentaban progresivamente su ventaja en el número total de votos.
Finalmente, ya al superar el 90% del recuento (momento que coincidía con la llegada a la calle del Muelle de algunos candidatos que habían estado en colegio electorales, junto a interventores y miembros de Nuevas Generaciones, y los primeros abrazos y aplausos), el PP obtenía un duodécimo edil que aumentaba la satisfacción de los liderados por Manuel Serrano, ya que incluso les daría la opción de gobernar en minoría, alcanzando pactos puntuales, una opción que no se descartaba en los corrillos. Con el 100% y la confirmación, ya se veían algunas lágrimas de felicidad en los rostros y retumbaban las felicitaciones a su candidato a regidor desde el despacho en el que seguía el escrutinio. Aún volvieron a hacerlo otra vez cuando cambiaba momentáneamente el recuento de las autonómicas y se abría la opción de que Paco Núñez fuese presidente regional. Volvían entonces también las caras de nervios especialmente entre algunos de los más veteranos en las candidaturas de los populares albacetenses.
Con la euforia ya desatada y acompañado de decenas de compañeros de partido, Serrano confirmaba entre vítores la victoria del PP "de forma nítida, clara y con un resultado inconstestable". "Nos hemos dejado la piel, todos los que han conformado el equipo, y se han encontrado en las calles de Albacete con algo en lo que creíamos, que es poder dar a las futuras generaciones un Albacete mejor que el que encontramos", añadía, agradeciendo la labor de todos los integrantes de su partido y "a todos los ciudadanos de Albacete"-
"No han sido sencillos estos cuatro años", proseguía, pero remarcaba después la ganancia de casi 8.600 votos con respecto a 2019 y la diferencia de 3.700 con el PSOE. "Es más que toda la izquierda de Albacete", destacó.
Convocaba al resto de partidos "a un encuentro por la ciudad de Albacete, con la participación de todos y entre todos, que era el lema de nuestra campaña". "Entre todos podremos dispensar mejor calidad de vida y más progreso a los albaceteños", aseguraba, prometiendo que "sus intereses estarán por delante de los de mi partido" y que "la verdad, honestidad y transparencia van a presidir el Ayuntamiento". "Estoy orgulloso, comprometido y espero estar a la altura de las circunstancias y no defraudaros nunca", concluía Serrano en un momento en el que pudo la emoción y llegó a rompérsele la voz, antes de terminar su discurso con el agradecimiento a sus familiares.
Preguntado después por si hay opciones de pactar con Vox, insistió en "tener más concejales que la izquierda". "Voy a convocar a todos los partidos, ahora llega la prueba del algodón y es el momento de decir cuánto queremos que Albacete siga avanzando", añadía, anticipando la opción de gobernar como lista más votada: "si nos centramos, hay caminos que podemos recorrer juntos, porque entiendo la política desde el diálogo, con quien quiere dialogar".
"Mi primera medida, si soy alcalde, mi primera medida será llamar al presidente de la Junta para abordar el problema de la sanidad, que está en el peor momento de la historia de Castilla-La Mancha", comentó también.