«Es una serie surrealista, figurativa, con tintes ecologistas»

A. Díaz
-

Pablo Alfaro presenta una exposición en su Estudio de calle Doctor Collado Piña de la capital. El artista cuelga una docena de obras que parten del Premio de Artes Plásticas 'Ciudad de Albacete' de 2017 y conforman su producción hasta este año.

Pablo Alfaro contempla una de sus obras. - Foto: Arturo Pérez

Pablo Alfaro presenta Obras 2018/2022 y lo hace en su Estudio de Arte de calle Doctor Collado Piña, 20, de la capital, hasta el día 26 de enero. El artista comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta muestra. 

No hay título, simplemente Obras 2018/2022.

Efectivamente. El motivo, digamos, es que ha sido una serie pictórica que se quedó interrumpida por la pandemia y luego volví a retomar, pero no del todo. Lo que yo estimaba que podría ser una serie de 25, 30 cuadros, al final ha quedado en una docena. Estaba pensada para exponer en alguna sala grande, pero como al final no la he podido cerrar, lo he dejado simplemente en Obras 2018/2022, que ha sido el periodo en el que las he pintado. 

¿Cómo es esta serie?

Esta serie comenzó con un cuadro con el que gané el certamen de artes plásticas, en 2017, que lleva por título En los charcos, un cuadro surrealista en el que había unos peces flotando o nadando, en un descampado del barrio de San Pablo. A partir de ahí comenzó esta serie en la que los animales se hacían protagonistas, en un entorno urbano, de ruinas, muchas veces, en los que la arquitectura viene tratada literalmente como un espacio ruinoso, o con reminiscencias de arquitecturas clásicas, con una gran presencia del arte urbano. En conjunto es una serie surrealista, eminentemente surrealista, figurativa, claro, porque yo hago realismo, con tintes ecologistas también, porque los animales son los auténticos protagonistas pero, al fin y al cabo, esa deshumanización que tiene esta serie, es  lo que más humanista la hace porque, habla del hombre, sus desmanes y lo que hace bien.

¿Su relación con el medio?

Sí, es un poco esto. Hay cuadros que literalmente tienen un significado ecologista o que se pueden llevar por ese terreno, pero otros no, porque en ellos el animal funciona como una metáfora o como un símil, a veces para hablar de la muerte, otras del amor. En otras sí que se habla literalmente del animal. Depende de cada obra, aquí juega la interpretación del espectador y que la lea de una manera literal o le perciba el símil que yo he querido introducir. 

¿Cierra totalmente la serie?

Sí, la serie la doy por cerrada, aunque no digo, por supuesto que no vaya a pintar nunca más un animal, pero es cierto que quiero pasar página y empezar a introducir figura humana en mis obras. Seguiré tratando mi pintura desde un punto de vista surrealista, pero digamos que esos elementos concretos que decía del grafiti, el arte urbano, los animales, los iré dejando, para dar espacio a otros elementos, la figura humana, aunque me sigue interesando mucho la arquitectura, especialmente la grecorromana y veremos qué sale. Estamos en un punto en el que no sabemos aún hacia dónde tirar, pero sí doy por cerrada esta etapa.  

¿Obras de gran formato? 

Más bien son de mediano y pequeño formato, porque la obra más grande es de un metro y medio y la más pequeña, apenas del tamaño de un folio. La mitad de la exposición son cuadros de mediano y gran formato, pero el resto son más pequeños, óleos, sobre tabla y lienzo, con un pequeño dibujo al óleo sobre papel, pero en esta serie son óleos. La anterior exposición que hice, que fue acuarela, con este tema de animales y grafitis, fueron las que tendría que haber pintado en óleo para completar esta serie, pero llegó la pandemia y al permanecer en casa, empecé a hacer acuarela. 

¿Qué significa en su producción artística esta serie?

Hombre, estoy satisfecho, fue un punto de inflexión en mi carrera, a partir de recibir el premio de Artes Plásticas del Ayuntamiento de Albacete, el espaldarazo que necesitaba  para sentirme con la confianza de iniciar una etapa más arriesgada, porque había hecho pintura realista, sin salirme. A partir de 2017, 2018, me adentro en una pintura que era desconocida y hoy  no me planteo ya volver a un realismo cotidiano. Sigo queriendo ahondar en el mundo del surrealismo, incluso ir más allá, técnicamente desdibujando un poco las formas, haciendo un tipo de pintura menos encorsetada.  

¿Cómo va ese proceso?

Tengo en mente, a futuro, un proyecto muy bonito con otro artista albacetense, con Juangacedos, en el que queremos pintar mano a mano y uno de los propósitos es que ambos salgamos de nuestra zona de confort y nos adaptemos a la pintura del otro. Digamos que estoy en esos ejercicios más experimentales, para probar otros estilos e ir adecuando mi pintura más al realismo contemporáneo, que es mucho más suelto, una pintura un poco más gestual, que puede permitirse cierta abstracción. Es un terreno más desconocido, por supuesto. 

¿También grafiti?

Algo habrá. El arte urbano a mí me gusta mucho y lo incluiré en mi obra. No será tan evidente como en mi obra actual, donde aparecen muros llenos de grafitis. A lo mejor, lo introduzco de otra forma. Me interesa mucho el arte urbano y la ciudad como entorno para mis obras.  

Además de esta muestra, ¿hay planes para una gran exposición?

Esta serie como tal, no da para hacer una exposición muy grande y ese ha sido uno de los motivos para hacerla en mi Estudio. No era suficiente obra para pedir una gran sala, pero a partir de aquí, una vez mostrados en Albacete pude que vayan a Madrid. El siguiente proyecto, que comentábamos con Juangacedos, sí está previsto para que se exponga en una gran sala, digamos, por ejemplo, el Museo Municipal, porque serán cuadros de gran formato y mucha obra. Pero bueno, estamos empezando ahora a trabajar y por lo menos un par de años tardarán en salir a la luz, esos son los planes.