Las quejas de los internos del Centro Penitenciario de Albacete, conocido popularmente como La Torrecica, crecieron un 131% a lo largo del pasado año, según los datos facilitados a La Tribuna de Albacete por el juez  de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla-La Mancha, Antonio Moreno de la Santa-Limia.

En concreto, durante el año 2022, los 266 internos de La Torrecica presentaron 88 quejas al juez de Vigilancia Penitenciaria, frente a las 38 que le hicieron llegar en 2021.

Moreno asegura que desconoce a que se debe este aumento en el número de quejas, aunque señala que puede estar relacionado con el fin de la pandemia. «Al principio de la pandemia hubo muchas quejas, pero porque el principio era muy difícil explicar lo que pasaba fuera, porque ellos estaban aislados, pero cuando ya se dieron cuenta y tuvieron posibilidad de hablar con sus familiares y les explicaron el tema, pues la única preocupación fue que no entrara nadie que pudiera propagar la enfermedad dentro. El año pasado fue en el que comenzamos a volver a la normalidad y por eso en 2021 hubo menos quejas. Además hay que decir que 2022 fue el primer año postpandemia y entonces la gente se ha puesto a quejarse por todo».

Además también se muestra optimista al afirmar que «el aumento de las quejas también significa que las resolvemos o intentamos hacerlo».

En cuanto a cuales son las quejas que le llegan, el juez asegura que son muy variadas, aunque dice que muchos le preguntan por sus penas. «Hasta que la sentencia es condenatoria y firme, cuentan con un abogado, pero una vez que entran en prisión, si no tienen un abogado de pago, están muy perdidos. El jurista del centro penitenciario, como forma parte de la institución creen que no les va a solucionar los problemas y sin embargo, acuden al juez de Vigilancia Penitenciaria para preguntar cuando se va a liquidar una pena, cosas que corresponden más a un abogado que al propio juez, pero yo lo suplo y tampoco hay ningún problema».  

Además de eso, también surgen diferentes problemas en el día a día de la prisión. «Tenemos las quejas propias de la convivencia, que pueden ser de cualquier tipo y además varían, pueden quejarse del calor que es algo que sufrimos en todos lados. También hay gente que se queja del propio sistema penitenciario».

En cualquier caso, señala que,  «por regla general, no tenemos ninguna queja de gravedad». «No hay quejas que afecten a derechos fundamentales. Hay quejas porque no están de acuerdo con una prueba de detección de drogas, hay por cualquier cosa, pero cosas graves que se salgan de lo común, no recuerdo ninguna».

Los permisos. Cuando los presos cumplen la cuarta parte de su condena tienen derecho a que se estudie la posibilidad de concederles un permiso. Si se les concede esta medida, los internos pueden disfrutar de 18 días de permiso cada seis meses.  

Para conseguir estos permisos, los internos tienen que pasar por la  Junta de Tratamiento que debe decidir sobre la concesión del mismo, si la Junta no está conforme, los presos pueden recurrir al juez de Vigilancia, que puede conceder  el permiso, previa audiencia del Ministerio Fiscal.

Además de los permisos ordinarios, los internos de un centro penitenciario también pueden disfrutar de permisos extraordinarios, que se conceden por causas especiales, como el fallecimiento de un familiar, una boda o un bautizo.

En 2022 se solicitaron 301 permisos, frente a los 336, que los internos de La Torrecica pidieron en 2021, lo que supone un descenso del 10,4%, una bajada que también se debe a la pandemia, según indica Antonio Moreno. «Hay que destacar que en 2021 hubo muchos permisos porque fue después de la pandemia, con lo que se recuperaron permisos que no se pudieron disfrutar en su momento». 

Por eso el número de permisos concedidos también experimentó un descenso del 13,85%, ya que en 2022 se concedieron 227 permisos, frente a los 264 de un año antes.

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