«Esta enfermedad se basa enla incertidumbre permanente»

TERESA ROLDÁN
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Cristina Gómez Ortiz es afectada de esclerosis múltiple

Cristina Gómez Ortiz es una joven de 33 años que con 17 recibió el duro golpe de ser diagnosticada de esclerosis múltiple. Entonces era una deportista de élite que tenía grandes sueños  y se encontraba en el inicio de su ciclo vital de vida. A pesar de que los médicos le dijeron que no volvería a andar y quedaría postrada en una silla de ruedas, Cristina no se rindió y aunque, de otra forma, pero al final pudo realizar el sueño que perseguía: estudiar Magisterio de Educación Física. No se arrepiente del pasado, de lo que pudo haber sido y no fue, da gracias porque hoy está mejor que hace un año, pero no quiere mirar atrás, sino vivir el presente con ilusión, porque a pesar de la enfermedad ella es feliz. Hoy con motivo del Día Mundial de Esclerosis Múltiple Cristina es un ejemplo de superación para otros afectados.

¿Cuándo le diagnosticaron la esclerosis múltiple?

Cuando tenía 17 años, entonces estaba cursando primero de Bachillerato y preparándome las pruebas físicas para hacer INEF. Además, era cinturón negro primer dan de kárate y además jugaba al fútbol sala en el Albacete. Mi vida era el deporte.

¿Qué síntomas notó?

Se me empezaron a dormir los pies y el glúteo. A los dos días llevaba las piernas totalmente dormidas y a los cinco días no tenía sensibilidad ni movilidad ninguna de cintura para abajo. Mi familia me llevó al Hospital General, donde estuve un mes ingresada y al salir me dijeron que no me volvería a levantar de la silla de ruedas, que tenía esclerosis múltiple, y que la silla de ruedas me haría falta siempre. Pero yo no me rendí, decidí esforzarme y a base de hacer mucha rehabilitación conseguí hacer deporte, como gimnasia de mantenimiento, y  al final estudié Magisterio de Educación Física, una forma de cumplir mi sueño y en parte  mis objetivos, aunque al final no me he dedicado a esto, porque fui gerente de Cocemfe Castilla-La Mancha durante un tiempo y después amplié con idiomas y más formación mi bagaje. Estoy contenta porque mi sueño está cumplido.

¿Qué sintió hace 16 años cuando recibió esa falta noticia?

Que se acababa el mundo, y sobre todo, en mi caso, que mi vida estaba basada en el deporte, me hundí. Tuve la suerte que los idiomas se me daban bien y cursé Magisterio de Inglés, y descubrí que a través de las adaptaciones y del servicio de apoyo al estudiante con discapacidad que tiene la Universidad, podía cumplir mi sueño y estudiar Magisterio de Educación Física.

¿Cuál fue la reacción de su familia y amigos?

De miedo e incertidumbre porque esta enfermedad se basa en eso en la incertidumbre, en no sabe lo que va a pasar, si te podrás levantar de la cama ni cómo evolucionará el día. La incertidumbre no sólo es para la persona que sufre la enfermedad, sino también para la familia y todos los que te rodean. Yo intento hacer vida social con mis amigos pero ellos saben que hay unos límites. Mi familia siempre me ha apoyado en todo. Ahora vivo con mi pareja y es increíble el respaldo que tengo de él. He tenido mucha suerte porque todo mi entorno siempre me ha apoyado.

¿Cuántos brotes le han dado desde que apareció la dolencia?

Más de 30 en 16 años que voy a cumplir con la enfermedad. Depende de la zona a la que afecte el brote de la médula o el cerebro tengo unos efectos u otros respecto a la sensibilidad, movilidad y fuerza de las extremidades superiores o inferiores de mi cuerpo, pasando por otros órganos como los ojos o dificultades en la deglución de la comida.

¿Tiene que dejar el trabajo cuando le da uno de los brotes?

 Sí, porque hay que medicarse con corticoides muy potentes, porque es la única forma de poder parar el brote, ya que de lo contrario la enfermedad sigue avanzando. En mi caso hace cinco años me dieron tres brotes en tres meses y me tuve que quedar en cama, dejar mi trabajo y regresar a casa.

¿Este año ha tenido algún brote fuerte?

Me dio un pequeño  bajón en febrero, no sabemos si es un brote o no, pero distancias que en diciembre podía andar  en febrero me resultaban imposibles. Me han puesto corticoides y parece que hemos frenado el avance.

¿La silla de ruedas forma parte de su día a día?

La silla de ruedas y las muletas van siempre en mi coche, dependiendo de las distancias que haya que recorrer utilizo uno u otro.

¿Además del deporte que otras  cosas ha dejado de hacer por la enfermedad?

Está un poco relacionado con el deporte, pero por ejemplo el senderismo que me encanta, viajar. Realmente de hacer cosas como tal no, pero tienes que adaptar toda tu vida a la enfermedad.

¿Ahora trabaja?

No, tengo una pensión que me van revisando, pero la enfermedad no va para atrás, sino que va hacia adelante.

¿Le gustaría que alguna de las investigaciones que están en marcha sobre la enfermedad descubrieran un fármaco que frenara la evolución de la esclerosis?

Ojalá que así fuera, porque eso supondría que podría volver a trabajar, y que mi vida daría un giro importante. Si fuera así, lo tengo claro que intentaría ejercer como maestra de Educación Física o de Inglés.