José Fernando Molina quiere confirmar su alternativa

Pedro Belmonte
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Las actuación en el Festival del Cotolengo, la puerta grande de Madrid, así como el triunfo en el certamen de Las Ventas, suponen importantes hitos en la carrera del diestro albacetense

Imagen de José Fernando Molina el día de su alternativa en Albacete. - Foto: Rubén Serrallé

El año 2022 lo recordará José Fernando Molina como uno de los que marcaron su vida y su carrera, ya que fueron momentos importantes en su carrera y tristes en su vida, pero que le dieron la fuerza suficiente para afrontar retos artísticos con brillante resultado. El año 2023 será el primero completo con la vitola de matador de toros, debiéndose posicionar cuanto antes en lugares que garanticen una continuidad en el nuevo escalafón, primer paso para alcanzar al sueño de todos los toreros, ocupar sitios altos en el escalafón y ser figura. Hace poco recogió otro premio, el del mejor quite de la Feria que otorga la Unión Taurina de Abonados de Albacete.

«Cuando lo pienso y me digo que soy matador de toros, me da mucha moral y a la vez me satisface, porque llegar a ser matador de toros no es fácil y más si cabe con dignidad, sin ir por otros caminos que no se deben coger, por lo que me siento orgulloso de todo lo que ha pasado para llegar a un primer objetivo que es el de ser matador de toros. Quizás podría haber sido antes si no llega a ser por la pandemia que nos ha tenido prácticamente dos años sin nada, pero bueno, eso nos ha pasado a todos y la realidad es que 2023 sea mi primera temporada como matador de toros, me hace mucha ilusión, la verdad».

Hacerse matador de toros con dignidad, serlo como un principio, no como un fin. «Cada uno tiene su camino y sabe cual es y lo que tiene que hacer y todo el mundo sabe a lo que me refiero, no bajarme de ese escalón para poder torear más festejos, sino que estén bien hechos, como exige el reglamento, por eso, como dije antes, me siento orgulloso de haber ido por esa línea y no haberme bajado cuando las cosas se han puesto difíciles. El carné de matador ya lo tengo y nadie me lo puede quitar y la puerta grande de Madrid tampoco, pero con ese carnet no podemos vivir toda la vida, ahora vamos a intentar con toda la ilusión ganas y responsabilidad, llegar a ser figura del toreo. Si no se llega, no pasa nada, pero lo intentaremos, porque tengo 22 años y como siempre me digo, que el destino ponga todo en el camino».

Ahora toca pensar como matador de toros, no como uno que quiere ser torero. "Ahora son objetivos mayores los que tengo en la cabeza, compromisos más fuertes y me estoy preparando muy bien física y mentalmente. El peor enemigo de uno mismo es su cabeza y por supuesto que surgen dudas, es otro volver a empezar con las cosas difíciles, pero para eso tengo a mi gente, mi mozo de espadas Paquito a mis dos banderilleros Caco y Curro, que cuando los necesito, los llamo y me ponen la cabeza en su sitio. Hay que aceptar donde estamos y tirar hacia delante y nadie me obliga a hacerlo, ya que si estamos aquí es porque el toro es mi vida, es lo que me ha dado todo y en los peores momentos me ha servido de psicólogo».

Aún así, todavía le quedan éxitos como novillero, cuyos frutos ha recogido recientemente. «Han sido varios premios y el último ha sido el mejor quite de la feria de la Unión de Abonados. El trofeo es precioso, una replica en miniatura de la Plaza de Albacete y todo eso son parte d ellos objetivos que te marcas cuando empiezas en la escuela taurina, primero debutar con caballos, que no es fácil, y que fuese con ambiente, luego vino la pandemia y creo que he sabido levantarme de todos los momentos duros que me han surgido en el camino y ahora ir a por más objetivos».

La muerte de su madre en los primeros días de mayo, le marcó la temporada. «Cambiaría todo lo que he conseguido esta temporada y las anteriores por tener ahora a mi madre conmigo, pero la vida se trata de eso ya que no siempre viene como nosotros queremos, pero bueno, ahora está en la gloria y tras esos momentos tan duros, unos días después toreé en Albacete el festival del Cotolengo, luego llegó la puerta grande de Madrid y unas semanas después gané el certamen de Las Ventas, luego llegó Albacete y bueno, me quedo con esas cosas. Escribí un día que la vida es como una balanza y nosotros tenemos que encargarnos de equilibrar cada uno la suya».

Ahora entrena a diario en Madrid. «Estoy entrenando en Madrid, voy a un gimnasio cerca de casa y de salón entreno solo. Cuando empiece el campo bajaré a Albacete a entrenar con Caco Ramos y así estaré yendo y viniendo porque es así como me encuentro bien y mi cabeza está amueblada por lo que se presenta un año bonito e ilusionante».

En contacto permanente con su apoderado Jacinto Salazar. «Estamos siempre en contacto. Sabemos los dos que esto no es fácil, pero vamos a intentarlo como el año pasado, que tampoco era fácil, y terminó siendo un año bonito».

Los planes están claros. «Estamos intentando confirmar la alternativa y a partir de ahí seguir el camino que se marque, pero yo te podría decir que en mi mente está, como ya he dicho en otros momentos, en disfrutar del momento, ser feliz, prepararme día a día para estar en las mejores condiciones para cuando llegue el momento y si no llega este año, será el que viene, pero siempre que te llegue preparado».

Un torero de retos, dos retos en 2022 en Madrid, con triunfo. «Puede ser por la necesidad que uno tenía, pero para eso me preparo como si fuese a torear 25 corridas, y si luego solo es una, hay que aprovecharla al máximo y si llega la confirmación, tengo que estar preparado para la exigencia que tiene esa plaza y si no llega, será en otra ocasión. Siempre pasa el tren por tu puerta y si no pasa en un momento determinado es porque no era tu momento, pero tarde o temprano pasará y hay que estar a punto para subirse».