Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


El 'yolandismo', ante su gran prueba

18/07/2023

Pienso que Yolanda Díaz se la juega más aún que Pedro Sánchez -iba a decir 'su jefe' Pedro Sánchez- en el 'debate a tres' de este miércoles en TVE, del que un tanto absurdamente, a mi juicio, se ausenta Núñez Feijóo. ¿Debe aparecer como futura 'co-equipier' del presidente, dado que, entre otras cosas, sigue siendo vicepresidenta del Gobierno que Sánchez encabeza? ¿Ha de extremar sus críticas contra quien, en el fondo, se presenta como su aliado y con quien ha compartido gobernación estos años? ¿Buscará un difícil equilibrio entre ambas inconciliables posiciones?

Tengo para mí que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, figura sin duda carismática, se ha desinflado algo en la recta final de la campaña. Su equipo, y ella misma, han cometido errores, de programa y de comunicación, bastante notables, y ella, persona equilibrada que ha sido capaz de unir en Sumar las voluntades de nada menos que dieciséis formaciones y de opacar al peor Podemos, parece haber perdido un tanto los nervios en sus ataques algo desaforados contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

No es el papel de 'Sánchez bis', con excesos verbales dirigidos contra su 'paisano' el presidente del PP, el que más le conviene a la señora Díaz, que, militante o no del Partido Comunista -eso carece de significado a estas alturas- habría de representar una centralidad más transversal, una moderación de la que Sánchez ya no puede presumir y con la que a casi nadie convencería. ¿Jugarán al 'poli bueno-poli malo' este miércoles en el debate frente a Abascal, que es la única voz de oposición que podremos escuchar gracias a la incomparecencia de Núñez Feijóo?

Ignoro cómo va a ser el reparto de papeles entre presidente y vicepresidenta, pero reparto habrá. Siempre pensé que lo inteligente para Sánchez hubiese sido ofrecer a Yolanda Díaz el 'número dos' de la candidatura del PSOE por Madrid, como hizo Felipe González en 1993 con el entonces 'superjuez' Baltasar Garzón. Ahora creo que el presidente, que, lleno de desaciertos como está, sigue sabiendo mucho de supervivencia, estrategia y táctica política, lo ha hecho aún mejor para él: no está ofreciendo a Díaz un escaño (o varios) en las listas socialistas; le está ofreciendo, si entre los dos consiguen los escaños suficientes, compartir el poder.

Y ella no se conformará con mucho menos del cincuenta por ciento. Colocará, ya digo que si dan los números, a gentes de Compromís, de En Comú, de Podemos, en ministerios y altos cargos clave de la Administración. Y, si la coalición de la izquierda pierde, se situará como el referente de futuro de la izquierda española, mientras el PSOE entra en una de sus fases de debate interno cainita. Todo ello, claro, si YD no comete muchos más errores, insisto que los de comunicación -asignatura de la que en su entorno no entienden mucho- sobre todo, en los días y semanas que quedan hasta que la cosa política se estabilice.

Pregunté sobre todo esto a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, que se despachó considerando las preguntas de los informadores sobre el futuro de su partido y de su secretario general como "antisanchismo". No, le dije luego a la por otra parte valiosa y simpática Narbona: preguntar por el futuro del partido que nos gobierna en el caso, que las encuestas consideran casi unánimemente probable, de que pierda, no es 'antisanchismo'. Es puro periodismo. Y en esa ecuación entra necesariamente Yolanda Díaz; falta saber exactamente dónde, pero pronto lo averiguaremos.