Una especie de annus mirabilis particular ha sido la Feria de este 2022 con sus diversos espectáculos para el polifacético Juanma Cifuentes. Sobre todo con su obra What's up, un exitazo que fue creciendo día a día, desde el 8  de septiembre hasta el 17, con llenazos en el Teatro Circo y reventa incluida en las representaciones finales, como en los festejos taurinos de gran expectación, y que quiere que se prolongue ahora en Madrid. Porque,  también al frente de su productora Telón de esa original obra de su autoría, se encuentra en plenas negociaciones ahora mismo con importantes distribuidoras que regentan varias destacadas salas para subirla a las tablas de la capital española. En cuya cartelera se está representando con éxito en el Teatro del Soho La piel en llamas, de Guillem Clua, que ganó el Premio Nacional de Literatura Dramática, de la que el albacetense es el director y en la que el protagonismo corre a cuenta de jóvenes actores paisanos que residen en la ciudad de Madrid. 
Para El Cifu, como es conocido y valorado en los diversos ambientes artísticos en los que destaca en sus múltiples facetas -cómico, actor, escritor, dramaturgo, tenor y profesor-, sus actividades en la Feria en general fueron «una locura», y un milagro lo acontecido con What's up, con 14 representaciones y más  de 6.000 espectadores. «Era un espectáculo con enorme riesgo por sus complicaciones técnicas y el número de intérpretes con un total de 35 profesionales, que salió muy bien y estoy muy satisfecho». Como en estas diversas materias que domina su nombre se ha colgado en multitud de ocasiones en la cartelera madrileña, sabe que la obra puede tener igual de repercusión favorable en la capital española, «pero es necesario un gran teatro, una campaña de publicidad y otras cosas imprescindibles para atraer al espectador ante las múltiples opciones que se le ofrecen en esta ciudad». Por tanto, utilizando su prestigio está al habla con varias firmas para puntualizar todo, y, claro, no suelta prenda al respecto, «no por la superstición ni la costumbre habitual en estas cosas, sino porque aunque va bien, no puede hacerse público nada». Lo que no esconde es un cierto y mesurado optimismo, aparte de que es evidente que le gustaría que en Madrid se disfrutara de la obra.    

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