El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, convocó ayer a la Interprofesional del melón al término de la campaña para evaluar «un cambio de rumbo» a este sector regional, líder en España. «Hay posibilidad de mejora y hacer un sector más rentable en las explotaciones de los 2.000 agricultores», aseveró el político a los medios de comunicación, que alcanza también a las empresas particulares y cooperativas que comercializan el producto.

De esta manera, la Junta ha iniciado con los profesionales los trabajos técnicos para avanzar en el porvenir de la Indicación Geográfica Protegida Melón de la Mancha, la comercialización del producto, la promoción y la distribución. «Podemos diferenciarnos todavía más», manifestó Martínez Arroyo, quien se marca como horizonte para tomar decisiones el inicio de la próxima campaña.

«Es un objetivo razonable que compartimos todos», añadió el consejero sobre un sector que genera mucha mano de obra en La Mancha. Martínez Arroyo deseó «una interlocución estable y reconocida» con la Administración; de hecho, aseveró que probablemente sea el que más necesita aunar a los productores. Y añadió: «La IGP es un elemento fundamental que no tenemos que perder».

Al respecto, el presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez, subrayó que deben comenzar a trabajar «estrechamente» con la Junta para «vertebrar» el sector. De esta manera, aspira a optar a financiación de la Unión Europea.

Jiménez lamentó ante los medios de comunicación que se trate de un sector «muy atomizado, muy individualista» en el que el sector «se atasca» porque hay más oferta que demanda en momentos concretos. «Queremos tener un canal en el que desatascar el mercado», indicó. De esta manera, como solución, abogó por la exportación del producto.