Las pantallas y las redes sociales se han convertido en el día a día de los más jóvenes, hasta tal punto que uno de cada tres adolescentes desea ser influencer, tres de cada cuatro reconoce que mira el móvil constantemente y el 66 por ciento cree que pasa un tiempo excesivo en internet. Ese es, al menos, el retrato robot que realiza la Fundación FAD Juventud y la Fundación 'la Caixa' sobre este colectivo conforme a la investigación El ocio digital de la población adolescente presentada ayer.

Así, el estudio parte de que casi nueve de cada 10 chicos y chicas de entre 15 y 19 años dispone de un teléfono móvil y aún son más los que tiene más de un dispositivo a su alcance.

En este escenario, un 71,6 por ciento afirma tener un nivel alto o muy alto de competencias digitales que les permiten tanto localizar como hacer uso de la información o de las aplicaciones y el software que necesitan en su día a día.

Asimismo, más de la mitad de la población joven afirma que esas destrezas digitales las adquieren de forma autodidacta, en circuitos informales, más allá de la escuela o la familia. De hecho, un 79,9 por ciento considera tener mayores habilidades que sus progenitores.

En relación con el ocio digital, destacan las prácticas relacionadas con el consumo de contenido audiovisual, especialmente música, pero también la comunicación y la búsqueda de información sobre diversas temáticas.

De esta forma, chatear y navegar por internet (80 por ciento) es la actividad de ocio más habitual entre los adolescentes, por delante de estar con amigos (66 por ciento). Los videojuegos (64 por ciento) se sitúan por delante de la práctica del deporte (uno de cada dos).

Los autores del informe concluyen que si se comparan estas actividades con las realizadas en su ocio no digital, el tiempo libre mediado por tecnologías es casi el doble que el dedicado a ir al cine, conciertos, ir de tiendas o salir de fiesta.

Por otro lado, la investigación revela que el 84,9 por ciento de los jóvenes genera contenidos que comparten y que el 84,4 por ciento juega a videojuegos. 

Para la directora técnica de la Fundación FAD Juventud, Eulalia Alemany, «lo digital atraviesa transversalmente todas las esferas de la socialización digital» entre los jóvenes. «Y no podemos seguir anclados en la idea de que como son nativos digitales ya están preparados para ello», indicó.

«Son activos digitales porque conviven con lo digital desde que nacen, pero si no les enseñamos a que cuestionen lo que ven en las redes, en las webs que encuentran o lo que les cuenta un influencer estarán desprotegidos frente a riesgos como el discurso de odio, la desinformación o el uso excesivo de pantallas», señaló Alemany.

Fomentar la educación

Por su parte, la responsable del programa educativo de Fundación 'la Caixa', EduCaixa, María Espinet, aseguró que «con la expansión de las nuevas tecnologías, la juventud ha cambiado desde sus formas de ocio hasta sus formas de informarse y aprender».

«Por ello, desde EduCaixa, acompañamos tanto a los jóvenes como a los docentes en el desarrollo de unas competencias digitales responsables y comprometidas con la sociedad del siglo XXI. Queremos impulsar un futuro justo y sostenible para las generaciones del mañana, y para lograrlo creemos firmemente en la educación como uno de los motores de cambio más relevantes», explicó.

En este sentido, Celia Prat, jefa del equipo de Formación de la Fundación FAD Juventud, presentó los cursos BeCritical, tres acciones formativas agrupadas en un simposio que capacita a los docentes en pensamiento crítico, alfabetización digital y ocio juvenil. El curso, completamente gratuito, digital y accesible, se puede cursar a través del Aula Virtual de la Fundación FAD Juventud o de la Fundación 'la Caixa'.

Según detallaron los impulsores, se abordan temas como la comprensión del ecosistema virtual y su influencia en las aulas; herramientas para fomentar la alfabetización digital crítica de alumnos y alumnas; cómo afecta la interrelación del mundo real y el virtual, y el hecho de vivir entre pantallas; o las posibilidades educativas ante la alfabetización digital y mediática, para fomentar una mirada crítica al e-ocio juvenil.

El programa, de 25 horas, incluye contenido en diferentes formatos: textos, vídeos, imágenes, infografías, podcast y enlaces a contenidos de apoyo. Y pueden cursarlo docentes de todos los niveles educativos, además de contar con dos versiones, en castellano y catalán.